El Jardín de Chacras de Coria, más conocido como el “Jardín Botánico de Agrarias”, es el único en Mendoza, fue fundado en 1963 en el predio de esa Unidad Académica y cuenta con 1,5 hectáreas y un circuito de 970 metros para recorrer. La Facultad de la UNCUYO festejó este acontecimiento el pasado 11 de octubre, día de la conmemoración de los jardines botánicos del país.
En ese contexto, es oportuno resaltar que los Jardines Botánicos cumplen una importante función de reserva y preservación de especies vegetales autóctonas de la región. Además, su presencia representa un pulmón de aire puro dentro de la sofocante edificación y construcción urbana de alta envergadura.
En la provincia el Jardín Botánico de Ciencias Agrarias se ubica al pie de la Cordillera de los Andes y ocupa una parcela de casi 1,5 hectáreas. Tiene un diseño paisajístico que combina la belleza de las plantas con su entorno logrando una armonía que invita a la contemplación de la naturaleza. Fue elaborado por Cortabarría y la distribución y plantación de las especies fue realizada por el José Arturo Ambrosetti, con la supervisión botánica de Fidel A. Roig y Manuel R. Cáceres. Posteriormente los Profesores Titulares de la Cátedra de Botánica Carlos Cherubini y José Ambrosetti mejoraron las colecciones e infraestructura.
Posee más de 300 especies, que representan 59 familias y 166 géneros de Gimnospermas (37) y Angiospermas (246), incluyendo Dicotiledóneas (212) y Monocotiledóneas (34). Las plantas cultivadas introducidas corresponden al 83 por ciento y plantas autóctonas al 17. El alto número de especies introducidas se explica por el tradicional aprecio de los mendocinos por las plantas que brindan sombra, frescura y belleza en el desierto.
Entre las especies nativas se destacan los algarrobos, chañares, acacias, jarillas, cactus y claveles del aire. También se encuentran representadas la mayoría de las plantas leñosas cultivadas en Mendoza, incluyendo algunas raramente vistas en los parques provinciales y jardines como el “haya europea”, el álamo temblón de Norteamérica y el tulipanero. Luego de 50 años de implantación se destacan árboles que han alcanzado un gran porte como un eucaliptus de 29 metros, un pino de 25 metros, una casuarina y un ciprés de 23 metros ambos.
El Jardín Botánico de Chacras de Coria es un lugar para la contemplación de la naturaleza, en especial para las personas que disfrutan de la diversidad y belleza de las plantas. Ha sido declarado como patrimonio de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCUYO y forma parte de la Red Argentina de Jardines Botánicos (RAJB) y del Botanic Garden Conservation International (BGCI), instituciones que apoyan la educación dirigida a diferentes niveles, y la conservación de especies nativas amenazadas.
Fue concebido inicialmente como una muestra representativa de las especies autóctonas introducidas en Mendoza, reunidas en familias y grupos taxonómicos que reflejan la evolución. El recorrido se inicia en los ginkgos, especie de origen asiático considerada un fósil viviente, y finaliza en la familia de la margarita, de origen más reciente y con gran diversidad de especies presentes en todos los continentes.
Además cumple con el rol de enseñanza para aprender sobre la diversidad de las plantas y sus uso y está orientado a diferentes niveles educativos, principalmente universitario. En él, alrededor de 350 estudiantes desarrollan su aprendizaje de las plantas anualmente.
Es por todo esto, que la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo tiene el privilegio y se enorgullece, día a día, de tener y proteger al único Jardín Botánico de la provincia.
Con motivo de su conmemoración, Iris Peralta, Profesora Titular de la Cátedra de Botánica Agrícola de la Facultad y responsable del Jardín de Chacras de Coria comentó: 'Desde sus comienzos el Jardín Botánico fue considerado por nuestra facultad como “un aula abierta” para los estudiantes de diferentes carreras, Ingeniería Agronómica, Ingeniería en Recursos Naturales, Licenciatura en Bromatología y Bromatología”.
Y aclaró que: “El Jardín tiene una misión eminentemente didáctica, y las especies están distribuidas de acuerdo a su historia evolutiva, y al recorrer los senderos del Jardín se percibe la diversidad de formas y adaptaciones que han desarrollado las plantas. Nuestro jardín, es esencial para la formación de nuestros estudiantes quienes pueden disfrutar de la belleza y aprender sobre la diversidad de sus plantas, y también para la recreación de cualquier visitante que encontrará inspiración como sucede cuando por primera vez se recorren los senderos empedrados del Jardín Botánico” concluyó Peralta.