La Escuela del Magisterio cumplió 75 años y lo festejó con una velada de gala en la Nave UNCUYO. Acompañó la celebración la rectora Esther Sánchez. En la ocasión el público pudo disfrutar el concierto que ofrecieron los tres coros del Colegio: el Inicial, el Superior y el coral Féminas. El espectáculo estuvo dirigido por Liliana Sánchez y Ricardo Portillo.
Actuaron también el elenco de teatro que conducen las docentes Pamela Ortiz y Belén Cherubini; y estudiantes del taller de guitarra a cargo del profesor Marcelo Pezzola.
La directora de la escuela, Silvina Carbonari, y la vicedirectora Laura Carbone, recibieron a egresados, jubilados, docentes, personal de apoyo académico y estudiantes que participaron del evento.
La Escuela del Magisterio dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo nació el 29 de diciembre de 1947. “Estoy feliz de estar celebrando con ustedes estos 75 años que para un institución son pocos años, es una institución joven, pero para quienes las han transitado son 75 años profundos de experiencias. Así que disfruten esta celebración y que sean por muchísimos años más”, dijo la Rectora luego de recordar su travesía al cerro Aconcagua junto a sus amigas del Magisterio. “Luchar por los sueños realmente hace que uno se sienta realizado y esto es lo que nos toca en la vida, cada uno tiene que realizarse a su manera”, añadió.
Por su parte la directora del Magisterio expresó que "en este día celebramos la decisión y el sueño que tuvieron las autoridades de 1947 de la UNCUYO: crear una escuela formadora de mujeres y de hombres que adquirieran en sus aulas los altos ideales de su escudo In spiritus remigio vita, En el vuelo del espíritu está la vida”. Recordando a quienes pasaron y aun habitan la institución, indicó que el Magisterio como escuela preuniversitaria siempre estuvo a la vanguardia educativa. “Desde las humanidades hasta las Ciencias Naturales y la Comunicación, en sus aulas aprendimos que el conocimiento es una poderosa herramienta de transformación social”, remarcó.
Luego, se preguntó sobre el hilo de plata que une la historia de la Escuela. “Con determinación, constancia, trabajo en equipo y solidaridad cualquier obstáculo se puede vencer. En ese sentido, nos une el compromiso por la tarea, el dedicado y minucioso celo por la tarea docente y por el cuidado de nuestros queridos estudiantes. Es el que nos condujo siempre en cada generación de estas siete décadas a aplicar propuestas innovadoras con el objetivo de ser un puente con el mundo universitario y laboral”.
Para terminar, dijo: “Que en este día se nos llene el corazón de alegría, de bellos recuerdos, de añoranzas y de esperanzas. Somos pasado, somos presente y seremos futuro. Racimos de un viñedo feraz, como dice el himno. Levantemos una copa imaginaria y brindemos por esta comunidad del Magisterio que por muchos años continúe el legado dedicado a la educación de personas transformadoras de su vida y de la sociedad”, acotó Silvina Carbonari, .
Un repaso por la historia
Durante el Rectorado del profesor Ireneo Fernando Cruz, la Universidad Nacional de Cuyo creó, por la Ordenanza 252, la Escuela Superior del Magisterio. La fundamentación para su creación está en el expediente nº 26.170 / E / 47 dada por sus mentoras: la Escuela de Lenguas Vivas y la Facultad de Filosofía y Letras, avalada por Contaduría General y justipreciada por la Comisión de Enseñanza.
El edificio escolar tuvo varios domicilios, varios de ellos en las inmediaciones de calle España y Rivadavia, hasta que el gobierno provincial donó una fracción de 3.681,30 m2 de los terrenos pertenecientes al Ferrocarril Trasandino, ubicada entre las calles Belgrano, Sobremonte y Cnel. Rodríguez, donde actualmente se encuentra emplazado el Magisterio.
Así, el 10 de agosto de 1971 firmaron el acta de donación el gobernador de la provincia Francisco Gabrielli, el rector de la UNCUYO Julio José Herrera y la profesora Martha Fleury de Satlari, a cargo de la dirección. El 14 de octubre colocaron la piedra fundamental del edificio inaugurado tres años después, cuyo proyecto fue obra del arquitecto Mario Pagés y del equipo técnico del Departamento de Estudios y Proyectos de Dirección y Obras de Servicio de la UNCUYO.
En la Escuela del Magisterio está arraigado un sistema de creencias que se basa en su historia, tradiciones, valores y símbolos, entre otros que posibilitan su propuesta educativa. Puede aportar condiciones ambientales que promuevan reacciones resilientes ante circunstancias inmediatas así como también estrategias de enseñanza, formas de organización del aula y de la escuela, programas de prevención y un currículo adecuado para desarrollar factores protectores individuales.
Actualmente, son unos 800 estudiantes que, acompañados por docentes y personal de apoyo académico, habitan las aulas del Magisterio distribuidos en las orientaciones de Ciencias Sociales y Humanidades, Comunicación y Ciencias Naturales.