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El rol de los delegados de la salud en el reclamo por mejoras salariales

Luego de 12 días de paro general, los representantes de los empleados de la salud de Mendoza firmaron con el gobierno el pasado 26 de mayo un acuerdo para suspender sus medidas durante un mes. Agencia Taller se reunió con los delegados de los tres principales hospitales públicos de la provincia, que tuvieron un papel clave en el sostenimiento de las medidas de fuerza, para dialogar sobre el levantamiento provisorio de esta lucha por el aumento salarial y la mejora de la situación laboral de médicos y enfermeros.

04 de junio de 2005, 18:04.

“Paz de espera, impass y tregua” son las palabras que resumen la resolución de darle al Gobierno un mes para que mejore las promesas salariales. Los delegados coinciden en que los pacientes necesitaban una respuesta de ellos, por que la sociedad los apoya en esta lucha, además de mostrarles a los funcionarios su intención de diálogo. Y explican que es sólo por un mes y que si no hay cumplimiento van a volver a las asambleas, paros y marchas.

 Liliana Romero, delegada del Hospital Central explicó a Agencia Taller, que el 27 de diciembre pasado se había firmado un aumento de $105 para el personal de planta y $80 para los contratados. Desde febrero se planteó el blanqueo salarial, el aumento al básico y el pase de contratados a planta permanente. Pero el Gobierno comenzó a dilatar el cumplimiento del acta y las reuniones paritarias se sucedieron sin definiciones concretas.

Luego, se nombró como nuevo titular de la cartera de salud a Armando Calletti.

“El incumplimiento siguió y tuvimos que tomar estas medidas, así se fue poniendo más dura nuestra situación para esperar una respuesta del Gobierno”, dice Romero.

 “En paritarias nos dijeron que si nos daban el aumento íbamos a generar inflación en la provincia. En eso no estamos de acuerdo por que el trabajador nunca genera inflación en un país, el Gobierno considera que la variable de ajuste es el trabajador”comentó la delegada.

Después de 12 días de paro en las actividades y de asambleas permanentes, los trabajadores de salud aceptaron una oferta que incluía un aumento de $115 para personal de planta, $180 para los médicos y el reescalafonamiento de las clases, que se espera se cumpla para este mes. Y, de acuerdo al acta firmada, se tratará de mejorar el ofrecimiento de un 10% de incremento salarial para los contratados hasta equiparar al resto del personal, junto con el pase a planta permanente.

Oscar Paredes, delegado del Hospital Lagomaggiore, sostuvo que “por más que se nos tilde de duros, en una conciliación así, no podemos aceptar que un funcionario diga como los ministros Caletti y (Alejandro) Gallego, que no podíamos hacer asambleas y que las iban a reglamentar. Eso es querer apagar fuego con nafta por que yo como laburante tengo derechos”.

“El personal del hospital estaba muy enojado, yo mismo tuve miedo porque pensaba hasta cuándo voy a poder conducir esto; mañana qué me van a pedir mis compañeros. De los pacientes tuvimos mucho apoyo, por que les decimos mirá hermano, no me alcanza”, explicó el delegado.

Por su parte, Luisa Castillo la delegada del Hospital Humberto Notti comentó que “antes se pedía en el acta un aumento de emergencia, pero ahora ya pasó a ser un aumento de $300 de urgencia, dado el precio de la canasta familiar y al aumento de tarifas”.

Y afirmó, “el ministro Gallego llevó esto a la bancarrota porque en una paritaria dijo `no hay ni un solo peso para salud` y la plata que tiene es para hacer obras públicas. Pero todos sabemos que para eso viene dinero de la nación, no de la provincia, entonces, él lleva a esta confrontación por que después apareció la plata, que siempre estuvo”.

Con la afirmación de que en materia sanitaria hay que dar una política más profunda que un aumento de sueldos y que al ver que aparecían otros conflictos alrededor, ya se trata de una mala distribución de la riqueza, los delegados denunciaron que hay una “privatización encubierta” de la salud pública.

Esto comenzó a manifestarse desde el año pasado en el Hospital Central, donde 9 secciones cobran los estudios que realizan a sus pacientes.

“Se empezó a implementar un `sistema de unidad de gestión`, mediante el cual se van capturando servicios, quedan 4 o 5 médicos a cargo y se cobra, para comprar insumos y dar `sobresueldos` en el buen sentido, a esos médicos. El paciente pasa de pagar $2 en colaboración, como antes, a pagar de $30 a $80”, explicó la delegada de ese hospital.

“Esto responde al Plan Federal de Salud, del ministro Ginés Gonzáles García, que va desde 2004 a 2007, y su eje es comenzar la privatización de la salud pública con los servicios de apoyo, de cocina, de limpieza. No vamos a dejar el ingreso de esta medicina privada al hospital por que sería traicionarnos a nosotros mismos”, finalizó la dirigente.

Desde el Gobierno, se temía que las medidas se fueran endureciendo o que hubiera un mayor conflicto social. El auge de las protestas tuvo su día de marcha general el 20 de mayo cuando trabajadores de salud, educación, judiciales y desempleados se reunieron en frente de la casa de Gobierno para manifestar la necesidad de mejoras laborales.

“En la marcha hubieron entre 10.000 y 15.000 trabajadores. La salud estaba apoyada por toda la gente. Nos acompañaron familiares de niños internados, fue muy emocionante para nosotros ver carteles que las madres habían hecho”, comentó la delegada del Notti.

Con respecto a posibles renuncias masivas que se podrían haber hecho, Liliana Romero comentó que no lo hicieron por que como empleados estatales prefieren defender su lugar de trabajo desde adentro y proteger el hospital público para que lo siga siendo.

Mientras Luisa Castillo explicó que lo que si se pensó, fue mandar las listas masivas de todos los  estaban adhiriendo las medidas en asambleas, para demostrar que “esto no fue dispar como decían los ministros, el acatamiento fue muy alto, hasta en hospitales donde nunca se había logrado una medida, como el Lencinas, hubo un acatamiento del 90%. Ahí te das cuenta que no venía muy fácil para ellos”

Sobre el pedido de renuncia del Ministro de Hacienda Alejandro Gallego, la delegada (Castillo) finalizó “en cuanto den respuesta que es lo que esperamos, no vamos a pedir la renuncia, pero si no, van a pedir la renuncia hasta del gobernador.”

Y explicó “a nosotros no nos gusta tampoco esto, por que estamos acostumbrados a trabajar los 365 días del año pero el gobierno tiene que saber que la lucha por los $300 sigue y ellos tendrán que ver la manera de llevárselos a los trabajadores”

La delegada finalizó la charla con Agencia Taller con una advertencia: “en cuanto den respuesta que es lo que esperamos, no vamos a pedir la renuncia del ministro Gallego, pero si no, vamos a pedir la renuncia hasta del gobernador”.

Belén Faiozzo

faiozzo@belen.net.ar

Departamento de Política

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