La deserción es uno de los fantasmas de la escolaridad de los sectores más humildes. A pesar de que en todo el sistema educativo de Mendoza el índice de abandono escolar no supera el 3%, las cifras siguen siendo alarmantes en la EGB3: el 17% del total de chicos de octavo y noveno dejó la escuela, es decir que de los 45.000 alumnos, 7.650 desistieron. Esta cifra corresponde al ciclo lectivo 2004, 0,7% más si se lo compara con 2003, cuando alcanzó el 16,3%, según dijo a El Sol Emma Cunietti, titular de la Dirección General de Escuelas (DGE). La funcionaria estima que la cifra podría repetirse este año. Las principales causas de la deserción son económicas (trabajo infantil), escasez de transporte y, en menor medida, embarazo.
VULNERABLES. “Hay un alto índice de abandono escolar en octavo y noveno –los más vulnerables–, que alcanza el 17% y que podría repetirse este año. Estamos trabajando con los directivos y supervisores de las escuelas para que comiencen a denunciar los casos de trabajo infantil. Hemos notado que en las zonas donde menos desempleo hay, como en Tupungato, el índice de deserción escolar es altísimo, ya que se trabaja mucho en la cosecha”, explicó Cunietti.
DOBLE ESCOLARIDAD. Este nivel educativo –EGB3– es el más vulnerable y donde se busca hacer mayor hincapié, sobre todo extendiendo la doble escolaridad en los sectores sociales más comprometidos, ya que una de las principales causas de la deserción es el trabajo que realizan los menores y que les impide continuar con los estudios. “Hoy, la doble escolaridad abarca al 20% de las escuelas y queremos llegar al 30%, sobre todo en aquellos sectores vulnerables donde sabemos que los chicos llegan a sus casas y no pueden estudiar ni tienen contención”, explicó Cunietti.
CONTENCIÓN. “Queremos que el chico no trabaje y que se quede en la escuela. Hoy, hay chicos que salen durante todo el día con la familia para trabajar”, dijo la funcionaria. Otro de los problemas del abandono escolar es la falta de interés de los chicos en estudiar. Por tal motivo, la DGE busca entregar más material de lectura y de actividades para que el alumno se sienta más seducido por la escuela. “Queremos que el chico reciba más libros y que se sienta dentro del sistema. Además, estamos trabajando en el control de los padres para que se encarguen de que los chicos estudien”, expresó Cunietti.
TRABAJO INFANTIL. Nuestra provincia tiene los índices de trabajo infantil más altos del país –41.000 chicos– y donde más ha crecido esta actividad laboral es en las zonas rurales, según datos de una encuesta nacional realizada por el Ministerio de Trabajo de la Nación y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Aquí trabajan cerca de 41.000 niños y representan al 9% del total de chicos de entre 5 y 13 años, es decir 458.379 chicos, según el censo del 2001.
