Se conocieron por chat y entablaron una corta amistad que terminó mal. El diseñador Diego Lisa, de 28 años, que se entregó ayer ante la Policía, confesará hoy que mató a su “amigo” Juan Abdulatif durante una pelea.

El fiscal Daniel Carniello, que lleva la causa desde que la madre del joven profesor denunciara esta semana su desaparición, escuchará la confesión de Lisa, que estuvo prófugo durante dos días, durante la jornada.

Ayer, después de recorrer la ciudad en busca de un abogado, Lisa se presentó en la comisaría 3era de Mendoza capital. Transpirado, agitado, temblando y herido confesó en la guardia: “Soy el que mató al profesor de Historia”. Allí, contó su versión de los hechos y quedó detenido.

A Juan Abdulatif “lo conocí por Internet. El lunes a la noche nos juntamos a tomar algo y luego fuimos a mi departamento. Al llegar, yo fui al baño y cuando salí él estaba sin ropas. Empezamos a pelear, él tomó un cuchillo y yo una tijera. Nos herimos y hubo gritos”, le contó Diego Lisa a su abogado.

Fue allí cuando una de sus vecinas tocó el timbre. “Le dije que estábamos ensayando una obra de teatro. Después me metí al baño y él también entró. Allí lo maté. Su cuerpo se me cayó encima y ya no había nada que hacer. No quise matarlo. Era él o yo”.

Juan Abdulatif tenía 31 años y era profesor de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo. Vivía en el departamento de Godoy Cruz y viajaba todos los días a la cercana capital mendocina para dictar clases.

El martes, la madre del joven profesor denunció la desaparición de su hijo. Inmediatamente, la Policía provincial comenzó a buscarlo y en la tarde del miércoles hallaron su auto en la esquina de las calles Montecaseros y Entre Ríos de la capital provincial.

Muy cerca del lugar donde fue hallado el automóvil, la Policía allanó un departamento en la calle Montecaseros al 1500 de Mendoza. En ese lugar, los peritos forenses detectaron que el piso y una pared habían sido lavados recientemente. El cuerpo ensangrentado de Abdulatif estaba adentro de un placard. Tenía heridas en el cuello, abdomen y espalda.