Hoy comienzan unas jornadas de Integración sobre Desafíos de la Unión Sudamericana organizada por la UNCuyo y por la fundación Comunidad Latinoamericana. Vienen varios pensadores de Latinoamérica. Uno de ellos, el prestigioso Elio Jaguaribe, dialogó con Opinión, de Canal 9.
Elio Jaguaribe, historiador y politólogo brasilero, al hablar sobre la unión sudamericana dijo que “Sería necesario unir Latinoamérica. Es una comunidad cultural pero por causa de la enorme gravitación de Estados Unidos sobre nosotros, no pertenecemos al sistema económico propio sino al norteamericano. Tenemos una satelización parcial que se puede reducir significativamente a partir de la formación de una sólida alianza entre Argentina y Brasil. El eje de la posibilidad de una salida es una cooperación estrecha. Si esto ocurre se consolida el Mercosur que se convertiría en un interlocutor internacional importante. El resto cuenta pero no tiene masa crítica.
“En todas integraciones, cuanto más avanza, más aumentan los conflictos. El secreto del éxito es que haya una estructura macro que regule el micro. Hay que despolitizar el conflicto”.
Acerca de la conveniencia brasilera en una industrialización conjunta dijo que “si hay una organización de tipo francés indicativa, se precipitan oportunidades. Se tira para arriba y no para abajo. Ahora no hay espacios de competencia. Se intenta salir del neoliberalismo hacia un mercado social. El problema es que hay un terrorismo matemático que intimida. Se necesita un contraataque de hombres capaces.
“Chile es una isla separada por dos mares. Sin embargo es una sociedad pequeña. A largo plazo la decisión que tomaron no sirve. Tiene posibilidades e ser un país industrializado importante”.
Marcelo Gullo, analista de política internacional, habló sobre la integración argentino brasilera. “Sin alianza argentino brasilera no puede pasar nada. En Europa funcionó la unidad cuando se juntaron Francia y Alemania. Si se juntaban con otros países no pasaba nada. Ese fue el núcleo aglutinante. En Latinoamérica es Argentina y Brasil, primero en el Mercosur y luego en Sudamérica. Argentina tiene dos grandes problemas: la falta de seguridad y educación creciente y el desempleo. Eso no tiene solución si el país no se reindustrializa porque hay un 50% de la población que está fuera de la economía de mercado. Esto no puede hacerse sin la integración con Brasil. Dentro del Mercosur todavía no hay integración porque se desfiguró del originario. Debemos pactar con Brasil haciendo una planificación industrial conjunta. Así tendremos en Brasil el mercado que no tenemos ahora. Brasil necesita un aliado fuerte políticamente. Si Argentina rompe con Brasil no habrá país que quiera pactar con ellos. Argentina es el caso testigo. Si Brasil está solo frente al imperio, no es nada. Necesita una Argentina fuerte, próspera e industrial. La clase dirigente a veces falla porque está concentrado en lo táctico y no en lo técnico. El Presidente no fue a Cuzco porque sobrepuso un interés partidario a uno nacional: estaba peleado con Duhalde.
“No tenemos que ser tan duros con nuestra dirigencia política. Cuando los europeos comenzaron su proceso de integración era minoritario. No tenemos porque estar en contra de Estados Unidos. Tenemos que mantener nuestro margen de autonomía. Sólo estar en contra cuando afecta esto. Es unidad a favor nuestro y en contra de nadie. El discurso de Chávez lleva a que nos coman.
Acerca de la adopción de una economía de mercado dijo que “la mujer emplea una parte de su vida para obtener los recursos que necesita. No da la vida por eso. El mercado tiene que tener su lugar sabiendo que sirve a la sociedad. Cuando pretende dirigirla se transforma en algo pernicioso para la vida humana. Si está al mando de los procesos de integración no devuelve los objetivos. Hoy es superior a muchos estados incluso superior a Estados Unidos pero genera un agotamiento del sentido. El consumismo agota en sí mismo su propio sentido, se convierte en fin mismo”.
El abogado Humberto Podetti, habló sobre la responsabilidad de los dirigentes y del pueblo. “Requiere una convicción y un compromiso profundo de la dirigencia que tiene que entender el ejemplo del no francés y holandés a la constitución europea. No se pueden hacer los acuerdos de integración sin participación popular. El no, es un no a una constitución que trató de trasladar a Europa el escenario de la sociedad global de mercado que esperaban salir con esta constitución. El problema es que la sociedad global de mercado tiene una capacidad de coerción que superó a los estados nación con una dialéctica partida respecto de nosotros que fuimos convertidos en países mercado, sancionan, eligen y planifican su propio desarrollo. Restan toda posibilidad de planismo a las naciones. Lo que se proponen los procesos de integración no debe generar ningún tipo de recelo ni de temor. De hecho los industriales de San Pablo están decididamente a favor de esto pero ellos no son los encargados de diseñar una política industrial común. Eso los tiene que hacer los dirigentes de la sociedad. No se puede mezclar la política interna con la política de integración que es esencial, vital, estratégica que debe aislarse de las situaciones internas. A Argentina le falta una elevación de la dirigencia que mire por encima del conflicto interno.
“Tuvimos dos victorias diplomáticas sobre la política de Estados Unidos para Latinoamérica. Una fue la elección del secretario general de la OEA. La otra fue la conferencia que se realizó en Brasilia en la que Estados Unidos pidió ser invitado y Brasil le dijo no. Los franceses entendieron que hay que debatir la integración y sus contenidos. Nosotros podemos aprender de esto.
Acerca de los peligros de una economía de mercado dijo que “el mundo tiene muchas formas de capitalismo. El problema es que Argentina compró la mentira de que hay un solo capitalismo salvaje anglosajón. No como el modelo europeo de economía social de mercado. Es un capitalismo con rostro humano que dio resultado. Acá se desmanteló el Estado. No hubo país que se privatizara tan salvajemente”.
Fuente: Canal 9.