Este estudio fue realizado de la Universidad Católica Argentina en 6 provincias, incluidas Mendoza. De él se desprende también que 7 de cada 10 pobres comen menos y cada vez peor, ya que su dieta no pasa de la sopa, los fideos y el pan.
La socióloga Sivia Lépore, una de las profesionales que participó del estudio, dijo durante el programa Opinión (Canal 9) que la pobreza no pasa solo por el ingreso, sino hay otros puntos que deben cubrirse como la dignidad, la participación y los afectos, entre otros.
Los pobres, según la encuesta, por todo su deterioro no logran entender y razonar. Ni pensar en la planificación a futuro. Más de la mitad no tiene planes porque, directamente, no ve al futuro.
Lépore explicó que de los encuestados, 2 de cada 10 habían sufrido hambre varias veces, mientras que el 60 por ciento había descendido su calidad de alimentación. \"Muchos mandan a sus hijos al colegio para que reciban por lo menos una comida\", afirmó la socióloga.
Sólo un 30 por ciento de los indigentes y pobres consultados recibe una asistencia del Gobierno.
En tanto, los nuevos pobres conservan la infraestructura de la clase media, pero han perdido en gran parte la cobertura médica al no tener un empleo formal. \"Esto hace que recurran al hospital público y pasan situaciones de angustia más altas que el pobre y el indigente, porque no están acostumbrados y no conocen su funcionamiento\", afirmó Lépore.
\"Esta es una crisis que se debe a la dirigencia política y a la empresarial. Hubo una gran concentración de riqueza y un número cada vez mayor de pobres. No existe una sociedad donde haya movilidad ascendente, sino que ha habido una fuerte fragmentación\", explicó.
Este estudio fue usado por la Conferencia Epicospal Argentina, a través de la cual llegó al gobierno y a la prensa de Capital. Ahora el mismo equipo está haciendo otra encuesta para ver cómo evolucionó esta situación.