Cáceres, junto con tres personas más, han armado un fantástico lugar llamado “La casa de los títeres”, en donde aparte de hacer obras de teatro, también se realizan talleres didácticos.
Como uno de los antecedentes más recordados consideramos “La feria del libro para chicos”, organizada por una editorial y con la ayuda de la casita que prestó el lugar. Así, chicos de todas las edades y de diferentes colegios, pudieron recorrer la exhibición leyendo, mirando, disfrutando los diferentes estilos y sabores que la feria mostraba. Libros de cuentos, poesía, fábulas, etc, sin obligación de comprar como ocurre en otros lugares. Como consideran que “es muy importante la lectura en los chicos, la idea era relacionarlos”, nos cuenta Roberto. Debido a que este taller tuvo mucho éxito, se pensó en repetirlo y así posibilitar que los chicos que no pudieron asistir puedan participar.
Roberto asegura que los títeres son una rama del teatro muy importante, ya que se los considera como un actor “porque utilizan técnicas de teatro, con la diferencia de que todo esta representado con muñecos”. En esta profesión, a diferencia de “las tablas”, es mucho más fácil salir de gira, ya que pueden viajar con los personajes (títeres) dentro de una valija y hacer grandes obras en distintos partes de la provincia. El hecho de que los títeres tengan su casa, hace que sea mucho más fácil promocionar y mostrar lo que este grupo de titiriteros realizan. Cada puesta en escena consiste en adaptar cuentos o realizar obras escritas por dramaturgos.
A pesar de las nuevas tecnologías, los video juegos, las computadoras –entretenimientos más habituales en los niños- los títeres tienen su lugar ganado; y que Roberto asegura que nunca van a perder. A través de los años hay algo que se mantiene “y es la magia que los títeres producen”. Los grandes van a ver las obras con la extraordinaria excusa de llevar a sus hijos.
“La forma en que la gente recibe lo que nosotros hacemos es increíble, cómo se mete en la historia, los chicos en permanente diálogo con los muñecos, la conexión que se produce, tomando partido por algunos de los personajes, cuando te lo gritan y se meten en medio de la historia, eso es mágico. En otro género del arte no pasa, esa es la esencia del títere, esto lleva a que se produzca un hecho teatral muy fuerte, a diferencia del teatro de actores” afirma Roberto.
En un principio los títeres eran para los mayores. Mostraban la realidad de lo que pasaba en forma de protesta. Luego se transformó en un espectáculo para el público infantil.
La idea de la casita es volver hacer obras para grandes y adolescentes, ya que hace un par de meses, titiriteros chilenos vinieron con obras de títeres para adultos y obtuvieron muy buenos resultados.
Hay mucha gente que no sabe que los títeres de Mendoza están muy buen posicionados a nivel nacional y que nos dejan muy bien parados cada vez que este arte popular se expresa en el país. Al respecto Roberto nos dice que esta falta de valoración de “los muñecos reales y realistas” se debe a la falta de difusión. Él espera que la gente que se dedica a transmitir la cultura mendocina ayude, para que esto nunca deje de existir.
Roberto nos invita a visitarlo. Los elencos de la casa, “Los títeres del Negro” y “Grupo de sinfín” durante todo el mes de julio - en plenas vacaciones de invierno- harán dos funciones diarias. Para sentir la magia de buenos espectáculos.
Vanesa Merlo
vanesamerlo@hotmail.com
Departamento de Cultura