Sin fondos para pagar a los profesores, la Facultad de Psicología no daría los cursos de verano. Reclamo de alumnos y docentes.
El ahogo presupuestario continúa sumando víctimas entre las facultades de la Universidad de Buenos Aires. Ante la falta de financiamiento, en Psicología se puso en duda la realización de los cursos de verano 2009, lo que generó la movilización de los estudiantes y parte de los docentes. Autoridades de la facultad explicaron que “la crisis presupuestaria hace que no tengamos financiamiento para pagar los adicionales” que cobran los profesores por dar clases fuera del ciclo lectivo formal.
Como en otras facultades de la UBA, Psicología suele ofrecer en verano algunas materias que los estudiantes pueden elegir para adelantar sus estudios, cursando en forma intensiva durante aproximadamente un mes y medio, entre la última semana de enero, febrero y algunos días de marzo.
“Para los cursos de verano se incentiva a los docentes con una renta adicional. Este año, el déficit presupuestario nos impidió que se pudiera continuar con esa política”, explicó a Página/12 el secretario de Extensión de la facultad, Jorge Biglieri, también consejero superior. El funcionario contó que “se les envió a las cátedras la información sobre la falta de presupuesto para pagar el adicional, así que finalmente no se anotó ninguna para dar el curso de verano”.
“Pedimos que alguien se haga cargo del problema. Esto afecta a por lo menos entre 500 y 600 estudiantes que pierden la oportunidad de estudiar para adelantar su carrera”, aseguró Ezequiel Millor (EPA-PO), consejero directivo y ex presidente del centro de estudiantes. El reclamo de los alumnos por una mayor asignación presupuestaria para garantizar los cursos ya lleva varias semanas: se reunieron con funcionarios del Ministerio de Educación y visitaron la comisión de presupuesto del Consejo Superior de la Universidad. El miércoles de la semana pasada se movilizaron a la última sesión del consejo, pero no pudieron llegar “ni siquiera frente a la puerta del rectorado”, por el fuerte vallado policial que custodia las sesiones desde la toma del edificio por parte de la FUBA, hace unos meses. En 2008, el financiamiento de los cursos de verano insumió 127 mil pesos. “Muy poco como para que nos digan que no hay plata, si se están recibiendo 58 millones de pesos como refuerzo presupuestario para que la UBA pueda concluir el año”, se quejó Millor. Para Biglieri, la ecuación no es tan sencilla, porque “en realidad depende de cuál sea la oferta de materias y de alumnos. Todavía hay tiempo como para realizar la inscripción, pero las condiciones indican, con razón, que los docentes no quieren trabajar con la intensidad que exigen los cursos sin percibir la renta adicional”. Una situación similar vive la Facultad de Arquitectura, que se encuentra en medio de un conflicto “por comprometer el curso de verano sin tener los fondos. Esto en Psicología ni siquiera lo tomamos como alternativa”, agregó el secretario.
Desde el rectorado de la UBA, algunos voceros aseguraron que “al igual que en el caso de Arquitectura, la universidad no cuenta con fondos extra para los cursos de verano de ninguna facultad”. Por lo pronto, los estudiantes volverán a participar mañana de la comisión de presupuesto y la semana que viene marcharán al rectorado, cuando se realice la última sesión del Consejo Superior en el año: “Queremos que nos reciban y exponer el problema –dijo Millor–, porque hasta ahora nadie se hizo cargo y necesitamos el curso de verano”.
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