“Ustedes lean la resolución y una vez que la lean comuníquenle a la gente tal cual cómo ha sido la noticia. El juez no ha detectado ninguna irregularidad. ¿No se investigaba acá una banda de narcotraficantes? Era un caso de cohecho. La noticia es que el juez dijo que no hay cambio de contratos por la ley de transporte”.
-¿No le parece un exceso que se refiera de esa manera a cómo un medio de comunicación trata una información?
-Los medios de comunicación son las vacas sagradas de esta sociedad. Tienen que hacer su autocrítica. Un juez de la Constitución dice cómo se resuelven las cosas. Lo que debe hacer el periodismo es transmitir lo que ocurre en la realidad.
“Acá la historia no la escriben los ganadores, eso ha cambiado, la escriben los periodistas. La historia puede ser lo que se refleja en la realidad y la realidad es que el juez Correa Llano absolvió a todos los imputados en la causa por el cambio de contratos por una ley de transporte, eso es lo que hay que trasmitir. Derivado de eso inicia una investigación por contratos irregulares y sigue en investigación una parte de la cosa en la que en el fondo el Ejecutivo y el Gobierno del ingeniero Cobos no tienen nada que ver. Es una acusación entre dirigentes justicialistas sobre el pago de los recursos. Lo que dijo el juez es lo que debe trasmitirse, absolvió a los imputados en la causa y ese es el título de la nota. No tengo yo que dar lecciones de periodismo.
-Si se siente agraviado por el tratamiento periodístico no correspondería, según su lógica, que también se presentara a la justicia contra ese medio de comunicación.
-No, no sólo se sienten vacas sagradas sino que actúan como vacas sagradas. En esta nota no hay ofensa de ninguna manera, no hay por qué presentarlo judicialmente, hay un mal tratamiento de la información. En el Diario los Andes el periodista Fernández Rojas ha tratado mal la información. Ha mostrado una parte menor de la información.