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En Bolivia se teme por la unidad del país

El primer mandatario, Carlos Mesa, no vetó la nueva y polémica Ley de Hidrocarburos. Con esta decisión la normativa regresó al Congreso.

20 de mayo de 2005, 17:13.

El pasado 17 de mayo, Hormando Vaca Diez, presidente del Congreso de Bolivia, fue quién promulgó la nueva Ley de Hidrocarburos que da mayores poderes al Estado en el negocio del petróleo.

La nueva ley recupera la propiedad sobre los hidrocarburos en puntos de producción, eleva los impuestos a las petroleras, instala a la empresa estatal en el negocio y obliga a los privados a formular un modelo de producción compartida con el Estado.

La anterior ley de Hidrocarburos, vigente desde 1996, imponía a las petroleras un 18 por ciento de regalías y 32 por ciento de impuestos suplementarios directos a la producción. Además, no le otorga a la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (Y.P.F.B.) el manejo de la comercialización interna de los combustibles. Le daba el control de los hidrocarburos a empresas multinacionales.

Según la BBC Mundo, a raíz de este último suceso, surge una nueva polémica entre empresarios y sindicatos: la nueva Ley de Hidrocarburos provocará la disminución de la inversión extranjera en Bolivia.

La Central Obrera Boliviana (C.O.B.), sectores opositores, organizaciones indígenas e incluso el Movimiento Al Socialismo (M.A.S.) y los bolivianos en general durante días reclamaron la nacionalización de la explotación de los hidrocarburos, la expulsión del país de las empresas petroleras extranjeras y que se les cobre el 50% de lo que obtienen en Bolivia. Se llegó a pensar en ocupar campos explotados por compañías multinacionales. Incluso, en un momento los manifestantes querían que el Congreso cierre la renuncia de Mesa y la convocatoria a elecciones presidenciales anticipadas. El M.A.S. es el único de los sectores en lucha que sostiene la permanencia de Mesa al frente del país, aunque con la condición de que respete la voluntad popular.

Quizás habrá que plantearse si tantos días de movilizaciones dieron sus frutos. ¿Es que a caso pelear por la patria y los derechos hoy en día es síntoma de “inestabilidad en la región”, como dice la diplomacia norteamericana?

Romina Scafati

romipauli@gmail.com

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