El Dúo Cerúsico, integrado por Octavio y Hugo Cerúsico en violín y piano dio el marco musical para iniciar un nuevo ciclo lectivo en la Facultad de Filosofía y Letras. En la apertura estuvo presente la rectora de la UNCUYO, Esther Sánchez, quien destacó la labor y vocación docente, al mismo tiempo que subrayó el importante rol de los estudiantes y su entusiasmo por acercarse al conocimiento.
Asimismo, Sánchez agradeció la invitación "al importante acto de dar inicio a un nuevo ciclo lectivo". “Hoy es un día de fiesta en la Universidad, porque, precisamente, podemos darnos el lujo de estar cumpliendo nuestra misión”, resaltó.
Por su parte, el decano de la Facultad anfitriona, Gustavo Zonana, en su discurso invitó a la audiencia a recuperar la dimensión ritual de la expresión clase inaugural. “Este comienzo con buenos augurios tiene un alcance ecuménico, en el sentido etimológico del término: está abierto a toda la institución. Responde al momento de presentación de una hoja de ruta, de un plan. Por estas razones tiene a la vez un valor de apertura y de sanción pública. Abrimos la puerta a las actividades de todos los días desde el norte que nos trazan los objetivos de mediano y largo plazo” explicó.
En sus palabras, Zonana señaló que la reafirmación de la vocación de la universidad por el conocimiento es desafiada, en el contexto actual, al menos por los siguientes factores: el predominio en la Argentina de un modelo de universidad profesionalizante; el crecimiento desordenado de la oferta de educación superior, con la tentación de carreras cortas y de rápida inserción laboral, desarrolladas en entornos virtuales de aprendizaje; las transformaciones en la organización del campo laboral con trayectorias de formación/ inserción profesional menos lineales, y una “drástica transformación del perfil de estudiantes. Una comunidad afectada por el tránsito de experiencias formativas en contextos remotos de emergencia” manifestó el doctor en Letras.
Frente a estos desafíos, y para que los buenos auspicios se concreten, el decano propuso tomar al menos tres decisiones indispensables: planificación (acción planificada a partir de diagnósticos), trabajo en equipo (prácticas instaladas desde modelos que entiendan la planificación y la ejecución de políticas como una tarea compartida) y trabajo articulado (entre áreas de personal no docente en sí, y en su relación con las secretarías y áreas que hacen a las funciones sustantivas de docencia, investigación, extensión e integración educativa).
Al finalizar el acto protocolar tuvo lugar la clase inaugural a cargo de María Victoria Magariños sobre el tema: “Las segundas lenguas en el siglo XXI: De la pandemia a la era de la inteligencia artificial”.
La conferencia inaugural
En su disertación, María Victoria Magariños compartió un panorama general de las segundas lenguas en la actualidad en los ámbitos de la educación, la industria de los servicios lingüísticos, la ciencia y la tecnología, destacando las áreas de reciente desarrollo y los principales desafíos que se enfrentan en cada campo.
Magariños es Licenciada en Lengua y Literatura Inglesa por la Facultad de Filosofía y Letras, Especialista en Docencia Universitaria, Master of Arts en enseñanza del inglés a hablantes de otras lenguas, por la Universidad de Leeds, Reino Unido, y Doctora en Letras de la UNCUYO.
En su exposición también hizo referencia a las posibilidades de acceso a una educación plurilingüe, destacando que, en ese sentido, la FFyL está “en una posición inmejorable para contribuir a la consecución de estas metas”. En ese marco, desarrolló un análisis exhaustivo de las siete carreras de grado relacionadas con las lenguas extranjeras, y brindó un completo panorama, con estadísticas, de la convocatoria de cada una de ellas y de las áreas vinculadas con la gestión de idiomas: Secretaría de Políticas Lingüísticas y Centro de español como lengua extranjera.
A lo largo de su intervención, la investigadora apuntó a la necesidad de garantizar el acceso a la educación de calidad en la lengua materna, la lengua segunda y la lengua extranjera, al desarrollo de nuevos modos de aprender y enseñar las segundas lenguas, a la expansión y transformación de la industria de la traducción y de la interpretación, al papel de las segundas lenguas en la comunicación de la ciencia y a los interrogantes que la ciencia está buscando responder por estos días en relación con la adquisición.
Durante su conferencia también hizo referencia al debatido ChatGPT, un prototipo de chatbot de inteligencia artificial desarrollado en 2022 por OpenAI que se especializa en el diálogo. La experta citó estudios internacionales en la temática que “anticipa una revolución intelectual de la magnitud de las desencadenadas por la invención de la imprenta y la adopción del método científico, si bien de una naturaleza diferente. Ambos fenómenos del pasado aceleraron la producción y difusión del conocimiento y la comprensión humana por medio de mecanismos transparentes y observables. En el caso de la inteligencia artificial, este movimiento se da a la inversa: el controvertido ChatGPT destila, condensa y relaciona contenidos por medio de mecanismos que no podemos replicar ni observar. Además, esa destilación se realiza a partir de datos que no han sido corroborados”.
Luego de brindar un inquietante ejemplo de performance del ChatGPT, la disertante expresó que “como defensa ante la ilusión de sapiencia que proyecta ChatGPT, los autores proponen el desarrollo de una actitud crítica, un escepticismo con bases sólidas que cuestione fuertemente la estructura, los procesos y el producto de estos sistemas, o incluso que nos mueva a abstenernos de utilizarlos. El primer paso será iniciar un diálogo en el aula sobre estos temas”.
En ese sentido, Magariños precisó que “es fundamental la educación del ciudadano digital, una educación en la que no podrán faltar las segundas lenguas. Una segunda lengua es una vía de entrada al pensamiento del otro, de un otro que ve, nombra, y concibe la realidad de un modo diferente”. En ese sentido, explicó que para lograr ese acercamiento al otro, “tenemos que a la vez distanciarnos de lo que nos parece ‘de sentido común’. Y enfatizó sobre la importancia de “ser capaces de comprender lo ajeno, ser conscientes de que existen otras miradas, poder tomar distancia del modo en que siempre hemos visto las cosas para acercarnos a la visión del otro distinto, nos ofrecerá herramientas para practicar ese sano distanciamiento de lo aparentemente obvio que necesitamos para llegar a conocer lo verdadero”.