Un hijo de desaparecidos cuenta cómo vivió su infancia y qué siente hoy respecto de jueces, dirigentes políticos y la sociedad toda.
Se acerca una de las fechas que marcaron un antes y un después en nuestra historia. El 24 de marzo trastocó el rumbo del país y se convirtió en un momento de luchas y reivindicaciones desde los derechos humanos y, para muchos, de un gran dolor. El Sol entrevistó a un docente investigador de la Universidad Nacional de Cuyo, becario del Conicet, no sólo para hablar del hecho histórico, sino por su propia condición de hijo de desaparecidos.
Ernesto Espeche es también docente y director de la carrera de Comunicación Social de esa casa de estudios. (…)
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