Saltar a contenido principal Saltar a navegación principal

En noviembre se registró la inflación más baja de 2008

02 de diciembre de 2008, 16:28.

Para Evaluecon fue el 1,1% en relación a octubre. La caída en la actividad y la retracción del consumo enfrían los aumentos de precios. Advierten sobre riesgos de estanflación.

La demanda sigue desacelerándose y su correlato directo se nota en los precios. De hecho, las mediciones acusan recibo en las góndolas mendocinas donde, según los analistas privados, la inflación rondó el 1% en noviembre, lo que representa hasta aquí el índice más bajo de todo 2008.

Para Evaluecon, de José Vargas, el índice fue de 1,1%, casi 0,2% por debajo del registro correspondiente a octubre.

El valor señalado confirma la curva descendente iniciada en agosto, cuando había sido del doble; incluso la caída se resalta más en la comparación interanual, ya que la disminución calculada por el equipo de Vargas acusa una disminución del 1,42% con respecto a noviembre de 2007.

"Si bien los precios siguen dando un ?respiro' a los bolsillos de los mendocinos, es más por la caída en los niveles de actividad económica, aunque los niveles de expectativas siguen siendo relativamente altos por lo que cada vez va a ser más difícil salir de la situación actual", señala Vargas.

Por su parte, Daniel Garro, de la consultora Valor, señala un piso no inferior al 1%, y coincide en considerarlo el más reducido del año. En pleno proceso de elaboración de cifras definitivas, el docente universitario e investigador de la UNCuyo, Alejandro Trapé, confirma una tasa similar.

"Es normal que así sea, porque estacionalmente noviembre es un mes de bajón marcado. La gente se prepara para los gastos de las Fiestas en diciembre", es el argumento empleado por Garro.

En un análisis por sectores, observa una suba "gradual en servicios públicos y bajas en rubros que habitualmente son complicados como alimentos y bebidas, los primeros que se limitan ante problemas monetarios". Un caso es el de la leche líquida. Para ciertos analistas el producto con más aumento en noviembre (+16%).

Garro difiere en algo: la caída del consumo no es una causa sino consecuencia de la falta de liquidez (dinero) en el mercado. "El mayor impacto ha sido el cambio en la política cambiaria del Gobierno, que antes emitía dinero para comprar reservas en dólares y ahora hace lo contrario: absorbe pesos, que es lo que mueve el consumo".

Escenarios y paradojas

La curva de Phillips, que muestra en teoría económica la relación inversa entre inflación y desempleo, sirve al economista Sebastián Laza, de Nueva Economía, para justificar la desaceleración.
 
"Está verificada y se nota, por ejemplo, en el caso de los autos: venían subiendo entre 1% y 2% mensual y ahora no sólo dejaron de subir sino que a los usuarios les ofrecen bonificaciones, cuando los costos de producción son los mismos".

Sin embargo, según Laza, existen varias paradojas por delante. "El menor nivel de actividad hace bajar los precios y esto es beneficioso, aunque la contracara es el desempleo", es la primera.

Otra, y tal vez la más llamativa, es la que muestran los fríos números.

"Poco a poco, la inflación privada irá convergiendo hacia la que mide Moreno. Es decir que se dejará de hablar del índice mentiroso o paralelo". Garro coincide en que es probable que suceda "si la gente sigue comprando dólares y el Gobierno vendiendo reservas".

Vargas se refiere a las canastas básicas "no tan mentirosas del Indec-DEIE", que midieron $ 1.058 en octubre, y que a ojos privados registró $ 2.920 en noviembre contra $ 2.914 anteriores.

Aún así, persiste la noción de que la "retirada inflacionaria" no beneficia a todos. Por ejemplo, según Vargas, "este mes se ha notado que los estratos sociales de mayores recursos han tenido, en la mayoría de los bienes y servicios que consumen, niveles de inflación más bajos, no así en los estratos sociales de menores ingresos que siguen siendo los que más sufren el proceso llamado ?estanflación', es decir, estancamiento o recesión con inflación".

Desde Evaluecon discriminan por nivel socioeconómico un impacto equivalente a una tasa de inflación del 1,69% en los bolsillos de quienes menos ganan (hasta $ 2.000 por grupo familiar), contra un 0,60% a 0,80% que siente la clase media (más de $ 3.000) y media-alta.

De cara al último mes del año, la expectativa es que la inyección de dinero por aguinaldos y plus salariales sostenga, como mínimo, el nivel inflacionario actual pero con una suba de tasas de interés.

Nuevos índices, viejos vicios

Si bien la tendencia es indisimulable, las posiciones no cambian: para la DEIE, el IPC de octubre representó casi la mitad de las estimaciones de las consultoras; en agosto la brecha fue de hasta el cuádruple.

Los consultados anticipan un 2009 con una economía estancada y problemas más notables.

Mientras Vargas advierte "riesgo de estancamiento y default", según Garro, de continuar la desconfianza, la desaceleración "por cuestiones domésticas o internacionales, puede llegar a rozar la estanflación".

El fenómeno empieza a sonar fuerte entre quienes empiezan a mirar qué cabe esperar para 2009. Se trata de la consecuencia lógica de la falta de actividad económica y crecimiento 0: a menor producción de bienes y servicios, la oferta decae y por ende los precios suben.

Sin embargo, para algunos también habrá menor stock monetario (dinero circulante), otro factor a tener en cuenta.

Contenido relacionado