Desde la primera semana de febrero el pasaje aumentó un 27% para la corta distancia y un 30% para la media y la larga distancia. Medida que significa obviamente un perjuicio para la inmensa mayoría de los mendocinos que se traslada a través del transporte público.

Mientras el contador Jaque estaba de vacaciones, distintos funcionarios del gobierno salieron por los medios de comunicación a defender el aumento del pasaje fundado en:

-El aumento de los costos empresariales.

-La universalización del medio boleto.

-Y, para la irritación de todos, ¡hasta el problema de la falta de monedas!

Mientras Jaque “sincera” las tarifas no hace ni mención de que ese aumento impacta directamente en el bolsillo del trabajador que necesita comer, vestirse, trasladarse hasta su lugar de trabajo, etc. Este último costo del hombre que trabaja, el gobierno se lo aumenta en un 30% mientras que la remuneración por su trabajo no piensa aumentarla más de un 12%.

El aumento de los “costos empresariales” lo van a pagar todos los mendocinos y los enormes beneficios los reciben los empresarios (privatización del grupo 2 mediante).

Es decir, se socializan las pérdidas y las ganancias se privatizan.

La decisión propia de un liberal, completamente alejada del ideario peronista, prioriza el beneficio de los empresarios de las concesionarias en vez de privilegiar el interés general.
La tarifa la ajusta según el lucro empresarial y no según la capacidad adquisitiva de los usuarios y la calidad del servicio.

Además responsabiliza a la universalización del medio boleto estudiantil del aumento de los costos, cuando es un deber de todo gobierno garantizar el acceso a la educación.

Éste no es un hecho aislado. Forma parte de la concepción de un gobierno que se manifiesta en: un represor en el área de seguridad, un ex Alsogaray al frente de juegos y casinos, pingües negociados, enfrentamiento con los gremios, criminalización de la protesta social y, por último, piensa gastar 6 veces más en publicitar sus medidas contra la inseguridad que en la inteligencia contra el delito.

Como representantes del movimiento estudiantil, consultando la mejor tradición de la Reforma Universitaria de 1918 que democratizó la universidad con la participación de los sectores más postergados, nos solidarizamos con los mendocinos y mendocinas afectados que, como nosotros, repudian a este gobierno que atenta contra la mayoría del pueblo de la provincia.