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Escuchar la Lengua Madre

Con las nuevas políticas educativas implementadas en América Latina, se han dejado de lado las lenguas nativas. El caso del quechua refleja la indiferencia por parte de los políticos y las instituciones de defender estos idiomas.

Uno de los objetivos de la Reforma Educativa ha traído la obligación de una multiculturalidad y de la educación plurilingüe. Es necesario rescatar los valores culturales y el rescate del idioma materno. Tarea por la cual los educadores de toda América Latina deben estar mejor informados sobre las lenguas autóctonas.

El quechua era el idioma oficial del imperio Inca y hoy en día es oficial en Perú y se habla también en Bolivia, Colombia y el Norte de Argentina. Los educadores bolivianos, especialmente los que trabajan en el área rural, no han recibido una formación pedagógica en sus lenguas de origen. Han sido aculturizados con el castellano o español, perdiendo hasta un 50 por ciento de la lengua materna, en este caso, del quechua.

Quechua es una palabra que tiene tres significados. El primero, y más importante, es el nombre que se usa en el antiguo Perú para denominar las tierras por encima de los 2000 metros de altura al nivel del mar. Quechua entonces es el nombre del piso ecológico en el que los quechuas desarrollaron su mundo. Este idioma es por extensión el nombre de la etnia que puebla las zonas altas en la Cordillera de los Andes; y, por último, la lengua que expandió e impuso el Imperio Incaico durante su apogeo, lenguaje llamado en lengua nativa Runasimi, la lengua del hombre.

Puede observarse entonces que hay realidades que no siempre están contempladas en los sistemas de enseñanza y, lo que es peor, las autoridades educativas nacionales y provinciales no manifiestan ningún interés en la cuestión. En Santiago del Estero, por ejemplo, no hay una política educativa que impulse la alfabetización en lengua quechua, a pesar de que es hablada por más de 130.000 personas a lo largo de trece departamentos. Del proyecto original de enseñanza del quechua en las escuelas de la zona bilingüe, nunca se hizo alfabetización en lengua materna y actualmente sólo queda la Escuela de Bandera Bajada, con un único maestro que enseña quechua como asignatura especial, sin ningún tipo de apoyo, ni técnico ni financiero.

Un programa de Educación Intercultural Bilingüe (EIB), como se propone en el texto "El estado actual de la enseñanza del Quechua en Santiago del Estero" de  Ferreyra,  Pappalardo, Albarracín y Alderetes,es de por sí diferente y más complejo que un proyecto dedicado a asegurar un aprendizaje eficiente de un idioma extranjero. En una EIB es necesario trascender el plano meramente idiomático para abarcar también los planos políticos, sociales, culturales y pedagógicos; y replantear los fines y objetivos del sistema educativo en su conjunto. En un programa de enseñanza de idiomas se presta atención exclusiva a la enseñanza y al aprendizaje de la lengua o lenguas en cuestión.

La ausencia de una política educativa seria queda al descubierto con casos casi marginales. Demás está decir que no existe apoyo alguno para trabajos de investigación, estudios lingüísticos, recopilación de material, producción de textos y todo lo que el estudio y la enseñanza de una lengua presuponen y obligan.

Hay funcionarios, e incluso instituciones, que descubren que es necesaria la enseñanza del quechua, porque es medio para fines que no siempre tienen que ver con la revalorización de la lengua y sus hablantes. De este modo, las intervenciones son siempre el producto de acciones aisladas, más próximas de expresiones folklóricas pintorescas que de programas sistemáticos.

Federico Lemos

federicolemos@yahoo.com.ar

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