Por Lucas Lombardo
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Departamento Cultura
03/05/06 ATPA conversó con Mariú Carrera, directora de la Escuela Popular de Teatro, con el objeto de conocer un interesante proyecto, del que es cofundadora.
Esta institución creada en 1996, ha desarrollado un importante papel en la formación de actores y actrices comprometidos con la comunidad, partiendo de la premisa de que el actor es un trabajador, es su propio productor y no una estrella.
“Los objetivos de la escuela son dar elementos para que se forme un trabajador, un actor, entendido como aquella persona que actúa, que acciona” remarcó Carrera.
La presentación de trabajos prácticos parciales o finales, a la comunidad, constituye una de las particularidades esenciales en su formación. Desde primer año los alumnos participan de actividades en distintas comunidades barriales, o en aquellos lugares que en general no llega el teatro como hospitales, asilos de ancianos, etc.
“La actividad no consiste solamente en hacer una función. Previamente deben tomar contacto, estar con la gente, comprender su realidad. Ubicarse como una persona que siendo un actor o actriz, hace un aporte a esa comunidad. Esto, sin dejar de lado su formación técnica, de modo que puedan actuar en el teatro Independencia, en la radio o en la televisión” subrayó la directora de la escuela.
Desde las diversas materias y desde la práctica, el proyecto busca que cada alumno logre tener voz propia en un trabajo colectivo, trabajar con la diversidad, ser respetuosos de las ideas de los demás y a la vez fundamentar las ideas propias.
O como afirma Carrera, “Que sea una persona capaz de consustanciarse con su comunidad. Tomar los derechos humanos, porque somos humanos, tomar la solidaridad porque nadie vive aislado, porque todos conformamos un todo, siendo una parte del todo”
Diez años de trayectoria sin subsidios
La Escuela Popular de Teatro durante diez años ha formado a muchos jóvenes, a quienes la experiencia les ha servido tanto para su vida profesional como para su vida personal y cuenta con el reconocimiento de la comunidad.
Depende de la Dirección General de Escuelas (DGE), pero no se encuentra subsidiada, las personas que trabajan en este proyecto lo hacen sin cobrar, “no porque el arte es bohemio”, sino porque no pueden quedarse a la espera de que los subsidien, explicó Carrera a ATPA y agrega que es una escuela popular porque “lo popular es aquello que pinta el alma de una comunidad consciente de lo que es”.
No cualquier comunidad es popular. Lo popular es la conciencia de ser. Yo pertenezco a esta comunidad. Yo pienso de esta manera, tú de esta manera.
El arte es lo que permite expresar el alma. Por ejemplo el teatro de Shakespeare, es clásico porque pinta el alma de muchos seres humanos, porque expresa circunstancias de muchos seres humanos de distintos países y distintas épocas, entonces es popular. Su temática es popular. Hoy cualquiera de sus obras sería crítica testimonial, tendría humor reflexivo, profundidad espiritual y popular.
Debemos establecer la diferencia entre “populismo”, lo que es popular porque está todos los días en televisión, pero sale para contar y “popular”, que busca despertar la conciencia de quién es cada uno y quién es dentro de la comunidad, también entendido como expresión de transformación, de movimiento, de conciencia. En este último sentido debemos entender a la Escuela Popular de Teatro.