La secretaria General del Rectorado, Estefanía Villarruel, y la directora General de Educación Secundaria de la UNCUYO, María Ana Barrozo, recibieron a representantes de las familias de aspirantes a ingresar a las escuelas preuniversitarias que con promedio 10 absoluto no obtuvieron, inicialmente, una de las 887 vacantes disponibles para sus cuatro escuelas orientadas; es decir Colegio Universitario Central, Martín Zapata, Magisterio y Departamento de Aplicación Docente. Se trata de 160 estudiantes.
En primer lugar se explicitó que esta es una situación muy inusual, con un incremento de alrededor de 1.000 aspirantes más que los años con más demanda. En total fueron 3.060 y ese total hubo 1.047 alumnos con promedio 10 absoluto. Pero aclararon que este no es un proceso cerrado ni terminado sino que está en curso, ya que la matriculación no ha concluido.
Aclararon que comprenden la situación de las 160 familias que no obtuvieron la vacante, pero solicitaron paciencia durante el proceso de matriculación que ya comenzó y culmina el 16 de noviembre. Una vez terminado ese proceso, con información concreta, se pueden analizar alternativas de solución.
Reafirmaron que el compromiso de la Universidad es, con datos concretos, buscar alternativas para dar respuestas a estos aspirantes en las mismas condiciones.
El sistema que asigna vacantes en el ingreso a las escuelas de la Universidad
- La asignación de vacantes para las seis escuelas secundarias de la UNCUYO se hace a través del promedio de las calificaciones de cuarto, quinto y sexto grado de la escolaridad primaria; un promedio de promedios. (Este año, por una resolución del ministerio de educación de la Nación durante la pandemia, no se consideró el promedio de cuarto grado).
- Al momento de inscribirse, la familia recibe un número de cuatro dígitos. Es un sistema informático que cuando el aspirante se preinscribe otorga de manera aleatoria ese número, que puede ser entre el 0000 y el 9999.
- El sistema de manera automática va asignando vacantes en función del promedio y los espacios dentro de cada escuela y orientación. Siempre, en caso de empate de promedio, cuando tiene que asignar una vacante desempata a través de ese número aleatorio, ordena de mayor a menor con ese número que se otorga en la preinscripción y corta cuando se llena la capacidad. Lo que ocurrió este año es que hubo un empate de 1.047 estudiantes, que obtuvieron un promedio 10 absoluto en su trayectoria escolar previa para asignar 887 vacantes. Algo absolutamente inusual, que no había ocurrido nunca.