En el sudoeste de Alemania, al norte de la región conocida como Selva Negra, se encuentra Altensteig, una pequeña ciudad de unos 8.000 habitantes que alberga a la escuela secundaria Christophorus.
Los integrantes del coro de concierto de esta escuela, 48 jóvenes de entre 14 y 21 años, asisten a clase normalmente y ensayan en el coro dirigido por Michael Nonnenman tres veces por semana durante dos horas. Además, cada uno de los integrantes del coro tiene una clase de personal de canto una vez por semana que dura 20 minutos.
Toda esta preparación merece la gira anual que realizan todos los años en primavera, que es nuestro otoño, y que los ha llevado por países como Sudáfrica, Inglaterra, Polonia y Suiza, entre otros; y que por primera vez los trae a Argentina.
Pareciera que para estos jóvenes pueden ser unas alegres vacaciones, sin embargo no es así. Llevan una vida de cantante profesional durante este tiempo, levantándose a primera hora de la mañana para ir de ciudad en ciudad llevando su espectáculo.
Ya han pasado por Buenos Aires, Tandil, Bahía Blanca, Trenque Lauquen, Villa Mercedes y Mar del Plata entre otras. Y luego de Mendoza, partieron a San Juan y ciudades cordobesas que seguramente recibirán este coro con el mismo agrado que lo hizo nuestra ciudad.
La presentación tuvo lugar el viernes a partir de las 21:30 en el Teatro Independencia. Previa a la actuación del coro juvenil Christophorus estuvieron en el escenario el coro del Club Alemán y el coro San Ignacio, del colegio San Luis Gonzaga. Estos coros cantaron en conjunto en esta ocasión para luego recibir sobre el escenario mayor de Mendoza a los protagonistas.
El coro alemán comenzó su actuación con una serie de obras sacras, ya que estas forman una gran parte de su repertorio porque es muy frecuente que canten en iglesias. Luego de haber disfrutado con estas obras, el público se entretuvo con la actuación de la organista Susanne Schuler-Meybier, quien los acompaña en todas sus giras.
Seguidamente, el coro interpretó una serie de obras profanas en alemán, en inglés y también una en castellano, Verde Romero de Camillo Matta, en honor a nuestro país.
Cecilia Pérez Drueta
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