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Estados Unidos y su fracasada propuesta

El mecanismo de control e intervención en las democracias del continente que quiere implementar el país del norte fue el tema principal durante el trigésimo quinto periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la OEA. El mismo no encontró respaldo entre los países americanos.

11 de junio de 2005, 16:58.

Del 5 al 7 de Junio se llevó a cabo en Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos, una nueva sesión de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA). En ella participaron los 34 cancilleres de los estados miembros bajo el lema “Hacer realidad los beneficios de la democracia”.

La secretaria de estado de Estados Unidos, Condolezza Rice, inauguró la asamblea destacando libertad, prosperidad y seguridad para el hemisferio. Expresó que la “libertad política y económica constituye el único camino al progreso duradero” de todas las naciones de América.

Rice convocó a la región a apoyar el plan que le permitiría a la OEA “intervenir” en los estados miembros “para sostener el desarrollo de las instituciones democráticas”. El proyecto fue anunciado por el Gobierno del presidente Bush dos semanas atrás, bajo el concepto de Plan de Acción para fortalecer la eficacia y aplicación de la Carta Democrática Interamericana en defensa, protección y promoción de la democracia.

Dirigiéndose a los cancilleres, el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, dijo: “Estados Unidos comparte con ustedes el compromiso de construir unas Américas que vivan en libertad”. También felicitó al nuevo Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, en su tarea de promover y defender la democracia. Insulza apoyó la iniciativa norteamericana.

La intervención del canciller venezolano, Alí Rodríguez Araque, se centró en rechazar categóricamente la propuesta estadounidense. “La OEA no está facultada para evaluar el estado de la democracia en los diferentes países”, dijo ante los presentes. Y agregó que Venezuela considera al pueblo de cada país como “los únicos que pueden hacer esta evaluación sobre cómo funciona o no la democracia”. Añadió que la OEA debe ser un organismo “promotor” de la democracia, más no “interventor”.

Ante la resistencia que suscitó la idea del monitoreo democrático en países como Venezuela, Brasil, México y otros, Estados Unidos tuvo que dar un paso atrás.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, declaró en su programa “Aló Presidente” que al Gobierno de la OEA que hay que monitorear es al de Estados Unidos ya que “apoya terroristas, invade naciones, atropella a su propio pueblo y pretende instalar una dictadura global".

La propuesta presentada por Estados Unidos vulnera el orden jurídico interno de los Estados Miembro, los principios fundamentales de la OEA y de la Carta Democrática Interamericana, según el canal 8 de Venezuela. Esta designación constituye un atropello al derecho de los pueblos, en los cuales reside la soberanía.

Romina Scafati

romipauli@gmail.com

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