En los jardines de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNCUYO se concretó la Feria Latinoamericana de Tecnologías Libres, una actividad en el que se pudo jugar y experimentar con microscopios hechos con impresión 3D, instrumentos para análisis de agua, y un levitador acústico, entre otros equipos.
La iniciativa, que formó parte del Encuentro y Residencia de Tecnologías Libres, de la red reGOSH, apuntó a estimular el interés por la ciencia y la tecnología abierta y participativa, y fomentar el espíritu curioso y crítico de los estudiantes, profesores, investigadores, tecnólogos y público interesado. De la jornada también participaron el vicerrector de la UNCUYO, Gabriel Fidel; y la decana de Ciencias Exactas y Naturales, Julieta Aranibar, entre otras autoridades universitarias.
En el recorrido por cada una de las estaciones temáticas se pudo experimentar con microscopios hechos mediante impresión 3D, instrumentos para análisis de agua (phímetros y conductímetros), y otros equipos didácticos como el levitador acústico y hasta un aparato para escuchar la luz.
Muchos de los instrumentos con los que el público interactuó son el resultado del trabajo colaborativo realizado en el marco de la Residencia de Tecnologías Libres, que desde hace tres semanas congrega a activistas, desarrolladores y tecnólogos de Chile, Perú, Ecuador, Uruguay, Brasil y Argentina. Es un encuentro anual de la red reGOSH, que tuvo su primera edición en 2019 en Porto Alegre, Brasil y este año se hizo en Mendoza. En ellos se busca impulsar proyectos tecnológicos de interés para la comunidad, y en esta ocasión se trabajó en tecnologías libres y abiertas para la agroecología y el monitoreo ambiental.
La red reGosh (Grupo del Hardware Científico Abierto) es un espacio internacional con la finalidad de producir y promocionar, y hacer de uso extendido las herramientas abiertas para las ciencias, es decir herramientas que cualquiera puede modificar a su gusto, que puede estudiar y ver cómo funcionan.
En los últimos años, las tecnologías libres y en particular las herramientas científicas abiertas han ganado visibilidad entre investigadores y laboratorios de todo el mundo. Desde la fabricación de respiradores durante la pandemia hasta la construcción de equipos para analizar la densidad nutricional de alimentos, estas tecnologías demuestran su potencial para dar respuesta a problemas complejos desde la apertura de la ciencia a nuevos actores y grupos sociales.
En nuestro contexto cobran todavía más relevancia porque constituyen una oportunidad concreta de acceso a infraestructura para la producción de conocimiento y abordaje de problemas. Así, contar con herramientas accesibles y modificables abre una vía para investigar preguntas locales que no encuentran lugar en la agenda científica dominante.
Algunas voces en la Feria
En el cierre de la jornada, la decana Aranibar aseguró que se sintió muy contenta por haber sido esta Facultad anfitriona de un encuentro de la red reGOSH, un espacio que integran, según la funcionaria, un grupo de personas “maravillosas” que están cambiando el mundo por medio de la construcción de conocimiento y de tecnologías libres. “Los vimos pensando, compartiendo, mostrando las herramientas que desarrollaron, instrumental que tradicionalmente era muy caro e inaccesible para algunos sectores de la ciencia, la docencia y la sociedad”, añadió.
“Es una alegría que hayan estado en esta institución, porque nos muestran otra manera de hacer ciencia, de construir conocimiento, haciéndolo accesible, compartiéndolo con la comunidad. Ello da cuenta que no todo tiene que ser patentable, tener precio y permite a las comunidades apropiarse precisamente del conocimiento y monitorear ellos mismos, nosotros mismos la calidad de nuestro aire, suelo y agua”, finalizó la Decana.
Por su parte, Pablo Cremades, docente de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y uno de los organizadores de la actividad junto a Fernando Castro, expresó: “La Feria cumplió el objetivo de mostrar los desarrollos que se impulsaron desde la Residencia. Allí se generaron algunos instrumentos para medir algunos parámetros con la idea de acompañar a los pequeños productores en la transición hacia la agroecología. Son instrumentos que permiten evaluar estas prácticas alternativas a los manejos tradicionales de suelo, agua y cultivos”.
Asimismo, el profesor sostuvo que la jornada permitió visibilizar una forma diferente de hacer tecnología, con la expectativa de acercar más gente a participar de estos proyectos, que además son de interés para la Universidad porque tienden puentes con el territorio y permiten generar nuevas formas de colaboración y extensión. “En la medida que los proyectos se consolidan y empiezan a tener una utilidad práctica, en este caso para los productores, no hay duda de que la cantidad de participantes irá creciendo”, cerró.
Fernán Federici, investigador y docente de la Universidad Católica de Chile, subrayó la importancia de la actividad porque ayuda a construir vínculos con otras disciplinas tales como lo biología molecular y la biomedicina, y en “particular porque estamos enfocados en desarrollar otros eventos que vinculen el uso de estos instrumentales abiertos con la producción local de reactivos de biología molecular de libre acceso y de bajo costo”.
En tanto que para Mariano Fressoli, investigador del CONICET y de Universidad Nacional de San Martín, la iniciativa permitió observar y aprender el potencial de las herramientas abiertas desde el hardware libre para la ciencia. En ese sentido indicó: “Vimos aquí desde instrumentos de medición hasta aplicaciones artísticas de las herramientas. Esto demuestra la posibilidad de modificarlas para diferentes usos y necesidades. Es interesante que estos encuentros se realicen en la Universidad porque es un espacio que permite enseñar y territorializar esas tecnologías, que son un poco universales pero que se pueden adaptar a las necesidades de Mendoza y otras regiones”.