Hace 10 años que los estudiantes de Gestión de Empresas de la sede de General Alvear del Instituto Tecnológico Universitario (ITU) administran el “Mercaditu”, el kiosco de la institución. Se trata de un espacio saludable y autogestionado, una especie de "laboratorio", cuyo nombre alude creativamente al Instituto de la UNCUYO, y que les permite poner en práctica los conocimientos que adquieren en cada una de las materias que cursan en la carrera.
La iniciativa -que surgió de los propios estudiantes- tiene características que lo posicionan como ejemplo a seguir entre todos los emprendimientos. En especial, resalta su propuesta saludable y autogestionada desde sus inicios. Funciona bajo la modalidad de autoservicio: uno se acerca al lugar, elige la ensalada de frutas o el jugo natural que prefiera, verifica el precio, abona lo correspondiente, registra la operación y continúa con su jornada.
"Se creó de este modo y así continúa hasta hoy. El hecho de que sea autogestivo fue un modo de generar confianza, porque esto es de todas y todos los que pertenecemos al ITU; y jamás ha habido un problema en la administración del mismo", contó Elizabeth Aleaga, una de las alumnas encargadas de gestionar el "Mercaditu".
Elizabeth recordó que la pandemia los obligó a cerrar, sin embargo, a comienzos de 2021, gracias al "empujoncito" del equipo directivo de la Sede de Alvear,-concretamente de Susana Semenzato- y de los docentes, "nos pusimos las pilas nuevamente y lo reactivamos", dijo con orgullo la estudiante.
Antes de reabrir el espacio, se analizó el mercado que había en el ITU; los proveedores locales con los que se iba a poder contar; seguidamente, se armaron estadísticas; y, finalmente, resolvieron que era una buena opción y mantenerlo en funcionamiento; sobre todo porque alrededor del edificio en donde funciona la Sede ITU de Alvear, los kioscos manejan precios muy elevados para el bolsillo de estudiantes.
En esta reapertura, gracias al apoyo de una de las profesoras que dicta la materia Gestión Comercial, pudieron incorporar una aplicación de compra -similar a las reconocidas actualmente en el mercado- que les permite tener un registro más riguroso de las compras y hasta un conteo de stock automático y por semana.
"Esto funciona como las aplicaciones que muchos conocen, tenés todos los productos a la vista en la aplicación, los añadís al carrito y te sale el total y el modo de pago. Lo que antes hacíamos con hoja y lápiz, hoy podemos resolverlo de manera digital y con mucha mayor precisión. Todos los días te larga el total y hasta hace un conteo de stock", agregó Benjamín Rubio, estudiante de la Institución que se encarga de tratar con los proveedores y demás.
A propósito de los proveedores, la novedad es que el Mercaditu sirvió también para que alumnas y alumnos que ya hacen productos comestibles los puedan comercializar dentro de la Institución.
Dicha iniciativa contó con el apoyo de docentes de la Sede de Alvear, quienes contribuyeron con la compra de productos para la reactivación del kiosco. Además, ofrecieron donaciones personales y contactaron a empresas locales como spónsors.“Los profes se pusieron la diez”, destacaron los jóvenes.
En un comienzo, las y los estudiantes decidieron que las primeras ganancias se reinvertirían para seguir haciendo crecer el proyecto. Actualmente, el kiosco cuenta con siete proveedores de distintos rubros. Se ofrece mercadería saludable como ensaladas de frutas, gelatinas, productos para celíacos, bebidas naturales, entre otros productos.
Es administrado por distintos grupos de estudiantes que van cambiando cada semana para que todos puedan colaborar. Las actividades esenciales ya se encuentran distribuidas hasta fin de año. “Los viernes se cierra caja, se hace conteo de stock y se deja todo listo para el próximo grupo que le toca administrar a partir del lunes”, detalló Elizabeth.