De esta manera, la UNCuyo apuesta a mejorar el servicio de la comunicación sino que además pone en valor el concepto de inclusión social, que quedó establecido en el Plan Estratégico, aprobado en diciembre de 2012 por el Consejo Superior, y con la reciente modificación del Estatuto. Al aspecto, el rector Arturo Somoza dijo que ese concepto “no es sólo una actitud de la academia que atraviesa todas las experiencias universitarias” sino que además, a través de la decisión del Consejo Superior de aprobar el Plan Estratégico y aún más recientemente con la aprobación de la modificación del Estatuto Universitario, “la inclusión claramente queda como responsabilidad central”.
En cuanto a la instalación del centro de llamados, el Rector la interpretó como una “vocación de servir al entorno” que se propone la Universidad. En ese sentido, explicó que en esta iniciativa se manifiesta la “sensibilidad” de la comunidad universitaria y de la propia institución, ya que la intención es poder trabajar “en un solo sentido, aunados y en conjunto, para lograr avances significativos en la comprensión de la vida, su entorno y de los jóvenes”, agregó.
Además, Somoza subrayó la repercusión que conlleva el proyecto no sólo para la UNCuyo sino para el sistema universitario, ya que se trata de una apuesta muy fuerte y riesgosa en el sentido de que “no es una actividad piloto que se desarrolla en cualquier lugar, sino que se instala en un lugar neurálgico de la comunicación”.
A su vez, se refirió a la comunicación como “una de las dimensiones observadas tanto desde adentro como desde afuera, es decir en la Evaluación Institucional, Autoevaluación y Externa, en la que se la observa como un tema cuestionado, como un déficit comunicacional dentro de los propios miembros de la comunidad universitaria y también con la sociedad en general. Sobre ese tema, el Rector subrayó: “Esta faceta es muy importante, porque si alguien se quiere comunicar con la Universidad y no puede lograrlo, se empieza mal la relación”.
“Las demandas crecientes hacen que cuando uno tiene un déficit de esta naturaleza, que se arrastra desde hace tiempo, tiene muy pocos elementos de análisis del escenario con el cual se van a encontrar”, añadió. Entonces, “partir de la hipótesis de que si esto funciona bien, va a tener una demanda creciente, porque la posibilidad de encontrar un punto de contacto que nos derive correctamente al lugar con el que queremos conectarnos, va a hacer que crezca la demanda”, concluyó Somoza.
El antiguo edificio del Rectorado -ubicado frente a la facultad de Ciencias Médicas- es la sede del centro de atención telefónica que funcionará de lunes a viernes de 8 a 20. Según explicó el secretario de Gestión Administrativa, Económica y de Servicios del Rectorado, Miguel Mallar, el Centro es atendido por 6 estudiantes regulares de diferentes carreras de la UNCuyo -Comunicación Social, Profesorado de Teatro, Derecho y Geografía-; 5 de ellos tienen discapacidad visual y 1 tiene discapacidad motora con ortesis. Los mismos se rotarán en tres turnos de horarios: el primero de 8 a 12, luego de 12 a 16 y finalmente de 16 a 20.
A su vez, mencionó que se trata de un proyecto de Inclusión Social e Igualdad de Oportunidades, en el que unieron sus esfuerzos la secretaría de Gestión Administrativa, Económica y de Servicios, el Área de Proyectos de Inclusión Social e Igualdad de Oportunidades y las facultades de Educación Elemental y Especial y de Filosofía y Letras. Entre todos lograron ponerlo en marcha y, de esa manera, reemplazar al pre-atendedor automático por personas dedicadas e interesadas en derivar correctamente las llamadas y atender con calidez y profesionalismo.
El Secretario manifestó que la Universidad “está abierta al mundo”, es decir que recibe llamadas de todos lados, por lo tanto se propuso capacitar a los operadores con cursos de idiomas extranjeros como inglés, a cargo de especialistas en la enseñanza de ese idioma para personas con discapacidad visual y los asistieron tres capacitadoras laborales de los Profesorados Terapéuticos para Enseñanza de Personas con Discapacidad Motora y Visual.
Resaltó que la idea original del “Call Center” se propuso que éste cumpliera con objetivos coincidentes con el Programa de Inclusión e Igualdad de Oportunidades y que comprendiera a personas con discapacidad, a quienes se les dificulta realizar otro tipo de trabajo. Para eso, se indagó hacia adentro de la institución y se buscó a alumnos que estuvieran en condiciones de ser operadores, independientemente de sus condiciones, y por último que los elegidos fueran becarios que presten un servicio.
El proyecto demandó una inversión cercana a los 80.000 pesos para adecuar y acondicionar el espacio físico. Además, incluye el pago de Becas Pre Profesionales a los 6 operadores. Además de derivar los llamados, y en caso de que sea necesario, ofrecerán información requerida por la persona que llama. Esta propuesta apunta a mejorar, en la atención telefónica, la comunicación entre la Universidad y el medio.