Estudiantes de segundo año de la carrera de Arquitectura que se dicta en la facultad de Ingeniería, exhibieron sus trabajos realizados en el marco de la cátedra de Morfología II, basados en aplicaciones arquitectónicas inspiradas en la reinterpretación de diversos movimientos artísticos.
La consigna de la Cátedra fue intervenir distintas partes de la Facultad a partir de móviles a escala humana fundamentados en un movimiento artístico y en un concepto determinado -designados a cada grupo por los profesores Andrés Asarchuk y Eva González- los cuales se elaboraron desde la creación artística e invención, luego de un importante trabajo de investigación.
Una vez colocadas en los edificios de Gobierno, de Aulas y en los jardines de la Facultad, el público las pudo disfrutar durante el día y en la noche se iluminaron mediante diversos sistemas.
Algunos grupos recrearon artes milenarias, como la Africana, a través de una gran estructura de tótems que representaban a cada una de las carreras de Ingeniería. También se trabajó el arte Precolombino para personificar el estudio del cosmos desarrollado por la civilización Inca.
Otros trabajos propusieron diversas formas de interacción entre el espectador y las obras como el caso del Hi Tech o estilo industrial. Para esta instalación se utilizó metal para remitir a los grandes edificios y cajas de Mc Donalds para evocar la postmodernidad. Éstas contenían lentes para contemplar las tres dimensiones de fotografías colocadas en la estructura.
El Streamline, o estilo aerodinámico, fue otra de las iniciativas que favoreció la interacción con el participante. Simbolizaba el momento de estudiar para rendir un examen y cómo la percepción del tiempo se modifica a medida que éste se acerca.
Ciertos equipos tuvieron, además, que interpretar el concepto de "meditación" y lo hicieron por medio de cada uno de los movimientos artísticos que les tocaron: el Orgánico -que promueve la armonía entre el hábitat humano y el mundo natural- lo hizo con una estructura de tres partes que se cerraba al estilo de un caracol dentro del cual los participantes podían encontrarse en calma. El Deconstructivismo planteó un sitio para meditar que rompiera con las ideas preestablecidas de cómo debe hacerse. En ese sentido los asistentes lo realizaron parados haciendo equilibrio.
A los movimientos Minimalismo y arte Islámico les tocó conceptualizar la idea de "diversión". El primero lo hizo con diversos juegos de mesa y el segundo ofreció la posibilidad de descalzarse y jugar con pequeñas bolitas ubicadas a lo largo de toda la instalación. Se tuvo en cuenta que esa cultura acostumbra a ingresar a los lugares sin calzado.
Algunos apostaron por el impacto visual, como el arte Óptico, en el que se creó un espacio de reunión que simbolizaba la actividad a través del movimiento generado por el fuerte contraste entre colores. Y el Surrealismo por medio de la utilización de espejos que distorsionaron la imagen que el participante veía en ellos.