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Estudiantes de la UNCUYO aprendieron sobre nanotecnología para el agua y el vino

A partir de una iniciativa propuesta para la convocatoria ComunicaNano, alrededor de 120 alumnos del Liceo Agrícola y Enológico y de la Escuela de la Agricultura de Alvear participaron de charlas y momentos de experimentación sobre el mundo nano y la divulgación científica.

imagen Estudiantes de la UNCUYO aprendieron sobre nanotecnología para el agua y el vino

Alrededor de 120 estudiantes de los 5° años de las escuelas técnicas de la UNCUYO participaron de la experiencia.

Ideada como una actividad extracurricular, estudiantes de las dos escuelas técnicas de la Universidad Nacional de Cuyo se sumaron a una propuesta que busca contribuir al proceso de enseñanza, aprendizaje y fomento de la ciencia y la tecnología, con la nanotecnología como tema central.

Más allá de los contenidos académicos en física, química, biología y matemáticas dispuestas en las orientaciones escolares de colegios secundarios y bachilleratos, la actualización en ciencias de vanguardia como la Nanociencia y Nanotecnología (N&N) y conceptos principales sobre la comunicación de las ciencias resulta fundamental para la preparación y formación de futuras vocaciones hacia el ámbito universitario y científico.

En distintas regiones del país se llevaron adelante encuentros, charlas y experimentaciones sobre nanotecnología, a partir de la convocatoria ComunicaNano 2023 que promovió la Fundación Argentina de Nanotecnología nucleada desde el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que apoya actividades y acciones que promuevan la comunicación, divulgación y valoración de la ciencia y la tecnología, en general, y la nanotecnología, en particular, en escuelas secundarias.

Mendoza fue parte de esta iniciativa con dos proyectos seleccionados y financiados: Una mirada al nanomundo, de Juan Ramallo  de CNEA-CONICET  y ¿Qué sabemos sobre ciencia? Nanotecnología para el agua y el vino de la UNCUYO

Esta última propuesta, impulsada por el investigador Francisco Ibáñez, estuvo dedicada a la síntesis y diseño de nuevos nanomateriales como grafeno y derivados para aplicaciones de energía, ambiente y catálisis del Instituto de Investigaciones Fisicoquímica Teóricas y Aplicadas (INIFTA) de la UNLP/CONICET y coordinada por la comunicadora social de la FCPYS, especializada en Comunicación Pública de la Ciencia, Julieta Vignale, quienes conformaron un equipo multidisciplinario junto con la becaria doctoral de CONICET en el Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas (ICB), Agostina Chapana, y el exbecario posdoctoral de CONICET en QUIANID, Laboratorio de Química Analítica, Mauricio Llaver.

La nanotecnología aplicada al agua y el vino

A partir de los estudios recientes realizados por el INIFTA y el Laboratorio de Química Analítica para Investigación y Desarrollo de la UNCUYO, ¿Qué sabemos sobre ciencia? Nanotecnología para el agua y el vino se propuso un encuentro de divulgación sobre la aplicación de la nanotecnología para monitorear la calidad del agua y del vino, para dar a conocer en las escuelas el desarrollo de un sensor que detecta la presencia de hierro y mercurio en el vino blanco y en el agua de consumo, donde la contaminación ambiental y advertencia en salud se referencian como problemáticas a debatir. 

Al inicio de la charla se realizó un recorrido sobre modelos, prácticas y formatos de la Comunicación Pública de la Ciencia, reflexionando sobre por qué es importante conocer y explicar la investigación científica y así relacionarlo con las problemáticas locales de Mendoza como agua/sequía, industria y producción vitivinícola y sus controversias. 

Luego, se introdujeron conceptos generales de nanotecnología, sus avances científicos y ejemplos en la vida cotidiana. Particularmente, se enseñó a los grupos de estudiantes la escala nano y se explicaron conceptos como estructura superficial, confinamiento cuántico, puntos cuánticos de grafeno, y la creación y utilización del sensor de mercurio (a través de ejemplos y dimensiones sobre la toxicidad en ambientes, suelos y agua) y del sensor de hierro para la detección del mismo a fin de mejorar la calidad del vino blanco, una potencial transferencia tecnológica.

La experiencia finalizó en el laboratorio (presencial y demostrativo), donde se sintetizaron nanopartículas de oro. Ante el asombro estudiantil, luego de agregar la sal de oro a la solución que ya contenía el agente reductor, se produjo el cambio de coloración, donde se apreció la formación instantánea de nanopartículas de oro, que luego de un tiempo en agitación se tornaron ligeramente más oscuras.

Como parte de la dinámica, hubo una encuesta estudiantil previa para conocer sus expectativas sobre la charla, su interés en temas de ciencias, sus consumos culturales y participación en temas vinculados al quehacer científico y perspectiva hacia la universidad, una aproximación para pensar en otras actividades para el nivel medio.

La actividad contó con el apoyo de la Secretaría Académica y se desarrolló en el Liceo Agrícola y Enológico, de forma presencial y con experimentación en laboratorio, y en la Escuela de Agricultura de Alvear, de forma remota. 

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