El proyecto que llevaron adelante los estudiantes Armando Cabrerizo, Sebastián Rodríguez y Agustín Meschini, con dirección del profesor Alfredo Puglesi, consistió en el diseño y construcción de un robot escalador neumático destinado a asistir a los operarios que se encuentren en altura en presencia eventual de gases nocivos -presentes en la industrialización del petróleo-. El invento es capaz de subir una cuerda o alambre a alta velocidad transportando herramientas. La idea surgió como respuesta a una necesidad detectada en refinerías y petroquímicas, donde el ingeniero Puglesi tiene vasta experiencia laboral.
En esta primera etapa, el robot realiza desplazamientos ascendentes y descendentes rápidos. Utiliza la energía de una fuente de aire comprimido, pero también podrá desplazarse horizontalmente y, mediante desarrollos futuros, realizar tareas colaborativas con otras máquinas inteligentes.
Los dispositivos de mando son válvulas direccionales comandadas por electroválvulas, que a su vez responderán a un autómata o controlador lógico programable (PLC) en las cercanías del robot y se supervisa con un sistema SCADA –un software de Supervisión, Control y Adquisición de Datos- mediante una PC que puede estar ubicada a distancia.
Una de sus mayores ventajas es su característica antiexplosiva, que le permite trabajar en ambientes clasificados eléctricamente como explosivos, donde resulta problemático colocar un elevador eléctrico. Esto se debe a que el artefacto es neumático y las pocas partes eléctricas que posee están diseñadas para ser dotadas con seguridad intrínseca, mediante la simple incorporación de barreras zener o aisladores galvánicos, permitiéndole así llevar a cabo tareas en presencia de gases combustibles.
El martes 9 de septiembre los estudiantes y su director realizaron, con éxito, la primera prueba de funcionamiento del artefacto, que subió los 7 metros que recorren desde el piso al techo de la Facultad de Ingeniería. No obstante, las torres que podrán escalar llegan hasta los 35 metros. Aseguran además que no tendrá inconvenientes técnicos en ascender el doble de esta distancia y su uso permitirá evitar accidentes y colaborar con el trabajo de los operarios que se desempeñan a esas alturas.
Luego de finalizadas todas las pruebas necesarias la cuerda para su ascensión quedará montada en la Facultad de Ingeniería de la UNCuyo para que el artefacto pueda ser utilizado en el futuro con fines pedagógicos.
Asimismo, se planea ofrecerlo a la refinería de Luján de Cuyo y a las petroquímicas locales para su venta o alquiler a un bajo coste, debido a que su construcción resulta mucho más económica que la compra de uno similar en el extranjero.
Primeros egresados de Argentina
La Mecatrónica es la rama de la Ingeniería que se ocupa de formar profesionales en las disciplinas de las ingenierías electrónica, mecánica, informática industrial y control. Son especialistas capaces de concebir, desarrollar, optimizar y automatizar equipos, procesos o productos de alta tecnología dotados de un nivel de “inteligencia” que les permita adaptarse y preservar el medio ambiente para mejorar la productividad y competitividad de las organizaciones.
La UNCuyo puso en marcha la carrera Ingeniería en Mecatrónica en el 2001 en cooperación con la L’Ecole Nationale d’Ingénieurs de Brest, Francia. A través de un acuerdo entre las dos instituciones los egresados podían obtener un doble título válido en Francia y Argentina y se cursaban algunas materias en la Casa de Estudios francesa.
En 2008 se realizó una nueva propuesta académica a través de la que se permitió que los estudios puedan desarrollarse totalmente en Mendoza. Así Armando, Sebastián y Agustín cursaron toda la carrera en la Facultad de Ingeniería y serán los primeros en recibirse con esta nueva modalidad.
Existen tecnicaturas en Buenos Aires, Córdoba y Chubut, pero la de la Universidad Nacional de Cuyo es la única carrera de grado de Mecatrónica de la Argentina.