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ETA vuelve a sembrar terror en España

31 de octubre de 2008, 16:06.

Atentó contra la Universidad de Navarra, en Pamplona, donde cientos de alumnos estaban en clase; el ataque dejó 28 heridos

ETA vuelve a sembrar terror en EspañaUna densa columna de humo en el lugar donde estalló el coche bomba Foto: Reuters

MADRID.- El grupo terrorista ETA volvió ayer a sembrar el pánico en España, al hacer estallar un coche bomba en el estacionamiento de la Universidad de Navarra, en Pamplona (Norte), dos días después de que la policía desarticulara un comando de esa organización en la región.

El atentado, que dejó 28 heridos leves, ocurrió a plena luz del día, cuando cientos de estudiantes ocupaban las instalaciones del centro educativo privado -que ya ha sido blanco de ETA en varias ocasiones-, y generó la condena inmediata todos los sectores políticos de España.

Según autoridades locales, el hecho tuvo lugar una hora después de una confusa llamada en nombre de la organización separatista vasca, en la que se alertó sobre una explosión, pero sin precisar el lugar en donde ocurriría.

"Quien puso la bomba avisó, pero o bien se le pasó decir el lugar exacto o bien omitió ese dato intencionadamente", declaró el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. "Podríamos haber tenido una tragedia enorme, que afortunadamente no se ha producido", agregó.

El coche bomba, que se calcula estaba cargado con entre 80 y 100 kilos de explosivos, estalló a las 11 (hora local), en el estacionamiento situado junto al edificio central del campus universitario, muy próximo a la biblioteca y al edificio de la facultad de comunicación.

La explosión causó numerosos daños materiales en algunos edificios del campus y provocó el incendio de otros autos estacionados. La mayoría de los heridos, en tanto, fue atendida en distintos centros de salud de la ciudad por cortes producidos por la rotura de cristales, traumatismos y dolor de oídos, mientras que otros fueron asistidos por crisis nerviosas y de ansiedad.

"Estaba en la biblioteca trabajando en mi tesis, cuando de repente timbró todo el edificio e inmediatamente salió una densa columna de humo. Fue tremendo, una explosión enorme´´, contó Aparicio Caicedo, un estudiante ecuatoriano de 29 años que se encontraba en la biblioteca.

"Es un milagro que no haya que lamentar víctimas mortales. No cabe duda de que el sitio y el lugar, muy transitados a esa hora del día, estaban bien estudiados. [Los terroristas] iban por muertos", opinó, por su parte, Jesús Tanco, miembro del área de relaciones institucionales de la universidad, que trabajaba a unos 50 metros del estacionamiento cuando escuchó la explosión.

Otros testigos, en tanto, señalaron que la llovizna que caía evitó una tragedia mayor, ya que redujo el número de personas que suelen caminar por el estacionamiento.

Según informó Rubalcaba, una llamada en nombre del grupo ETA había avisado al Servicio de Ayuda de Carretera de Vitoria, en la provincia vasca de Alava, vecina a la región de Navarra, de la colocación de una bomba "en un Peugeot 306 blanco" estacionado "en el campus universitario", que explotaría una hora más tarde.

En informante, sin embargo, no especificó a qué universidad se refería, y la policía vasca se dirigió a la Universidad de Vitoria, en donde, tras no encontrar ningún auto de esas características, se retiró del lugar y "dio la llamada por falsa".

El ministro también indicó que el coche que se utilizó para el atentado fue robado un día antes en la localidad de Zumaia, en Guipúzcoa.
Detenciones anteriores

El atentado se produjo dos días después de que la policía desarticulara el reconstituido "comando Navarra" de ETA, al arrestar a cuatro de sus miembros -tres en Pamplona y uno en Valencia-, que tenían en su poder 100 kilos de explosivos y de material preparado para atentar en la región.

Rubalcaba, sin embargo, se negó a pronunciarse sobre si el ataque podría ser una respuesta a esa acción policial. "Yo no voy a entrar en especulaciones. No comento nunca las intenciones de ETA. Eso pertenece al ámbito del trabajo operativo de las fuerzas de seguridad del Estado", sostuvo el funcionario.

Y añadió: "Nosotros vamos a seguir con lo nuestro. Por tanto, quienes han puesto este coche bomba también, como los que detuvimos el lunes, acabarán frente al juez y en prisión".

Por su parte, todos los referentes políticos de España repudiaron el atentado de ETA, que desde 1969 ha matado a más de 800 personas en su afán por lograr la independencia de la región del País Vasco de España.

"Condeno el atentado terrorista, de violencia ciega, criminal, fanática que una vez más ETA ha intentado realizar en mi país", declaró el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en su discurso inaugural de la XVIII Cumbre Iberoamericana, que se realizó ayer en San Salvador (ver aparte). "La máxima contundencia del Estado de Derecho logrará acabar con esa lacra que asola a nuestro país y a otros países", agregó.

También desde El Salvador, el rey Juan Carlos de España expresó su "firme condena y repulsa frente a dicho acto terrorista", mientras que desde Madrid, el líder opositor Mariano Rajoy, afirmó: "Tenemos que estar unidos en la lucha contra el terrorismo".

"Detrás de un hecho de esta naturaleza, un coche bomba en un campus universitario, hay un principio de locura evidente", manifestó, por su parte, el presidente del gobierno autónomo del País Vasco, Juan José Ibarretxe, de visita oficial en Buenos Aires.

El de ayer fue el sexto atentado de ETA contra la Universidad de Navarra, un prestigioso centro privado creado en 1952 y ligado al Opus Dei, que cuenta con más de 5000 alumnos.

El último ataque había tenido lugar en mayo de 2002, cuando un coche bomba cargado con 20 kilos de explosivos estalló prácticamente en el mismo lugar de ayer, causando extensos daños materiales, pero sin ocasionar heridos graves.

Condena de la Cumbre Iberoamericana

* SAN SALVADOR (DPA).- La Cumbre Iberoamericana de San Salvador repudió enérgicamente el atentado cometido ayer por el grupo separatista vasco ETA en Pamplona, que dejó 28 heridos leves. El presidente salvadoreño, Elías Antonio Saca, anfitrión del encuentro, propuso emitir una declaración específica de condena, idea que fue apoyada por varios mandatarios. En sus discursos de apertura, los representantes de los 22 países miembros expresaron su solidaridad con el pueblo español, tras las condenas efectuadas también por el rey Juan Carlos y el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.

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