Porque el árbol representa la vida, la Universidad decidió plantar 32 eucaliptus, que florecen gran parte del año, para homenajear y perpetuar la memoria de sus docentes, estudiantes y egresados desaparecidos.
El Paseo por la Memoria, la Verdad y la Justicia se ubica en el corazón del Campus Universitario e incluye además un monumento con una placa recordatoria con los nombres de las víctimas. En ese ámbito el rector Daniel Pizzi explicitó que el sendero significa mucho para la comunidad porque no sólo recuerda las instancias vividas sino que es una forma de perdurar en el tiempo. También dijo que su intención es seguir construyendo una Universidad que sea abierta, que nos desafíe permanentemente, que sea más democrática, más inclusiva, más plural y dialoguista. “Si algo se ha demostrado en la historia de la humanidad es que los consensos sociales se construyen a partir de un diálogo cortes y éste es el desafío que tenemos hoy”, expresó Pizzi.
Por su parte la secretaria de Bienestar Universitario, Graciela Cousinet, comentó que el homenaje a los desaparecidos pretende ser un monumento vivo. Al respecto dijo que “simbólicamente los árboles representan la vida, crecen, dan frutos, aire puro y perduran en el tiempo. Hemos buscado árboles que tienen una larga vida y que probablemente nos sobrevivan a los que estamos acá”. Explicó que el homenaje a estudiantes, profesores y egresados en el centro y corazón mismo de la Universidad buscó sembrar memoria: “Recordar es la posibilidad del Nunca Más. Nunca se recuerda demasiado”, cerró.
También participó el abogado querellante en las causas de crímenes de lesa humanidad, Pablo Salinas, quien destacó el compromiso de la Casa de Estudios con la memoria, verdad y justicia. Con ese propósito mencionó que la UNCuyo tiene publicaciones al respecto y que permanentemente honra a sus compañeros: “Hoy es un nuevo eslabón más en ese camino que eligió la Universidad y para mí es un orgullo pertenecer a la comunidad universitaria”.
Cerraron el encuentro Melisa Budini y Sebastián Narváez, integrantes del grupo Tardeagua y alumnos avanzados de la licenciatura en Música Popular que se dicta en Artes y Diseño. Tocaron un repertorio especial que incluyó las canciones "Sin señal de adiós" y "Como la cigarra", de María Elena Walsh, "Corazón libre", de Rafael Amor, y "Yo vengo a ofrecer mi corazón", de Fito Paéz.
Participaron del homenaje el Vicerrector, decanos, secretarios del rectorado y facultades y personal de la Universidad. En representación del Gobernador el subsecretario de Justicia, Sergio Bonsangue, el intendente de la Ciudad de Mendoza, Rodolfo Suárez, y representantes de los organismos de Derechos Humanos; la Comisión Hermanos de Mendoza, la Asociación ex Presos y Presas Políticas de Mendoza, la Comisión Familiares de Desaparecidos de Mendoza y el Instituto de DDHH de la UNCuyo.
Todos los nombres
La placa que recuerda a los profesores, egresados y estudiantes desaparecidos de la UNCuyo menciona a todos y cada uno. Ellos son Arias Rubén, Becerra, Elsa, Becerra Josefina, Bermejillo Susana, Bonoldi Adriana, Campos, Antonia Adriana, Campos Silvia, Castro Gladys, Corsino Ana Beatriz, D´amico María Cristina, Espeche Carlos, Farrando María Elena, Gentile Antonio, Gregori Carlos, Grynberg Susana, Lillo María Cristina, López Mauricio Amílcar, Manrique Alfredo Mario, Masera Pincolini Omar Raúl, Mercuri Leonor, Moral Ana María, Moriñas Yung Luis Rodolfo, Pasquini Eduardo, Pérez Lara Bonoso, Poinsteau Miguel, Roncelli Olga Inés, Sabatino Gladys Beatriz, Santamaría Blanca Graciela, Vega Mercedes, Vila Bustos José, Saroff Marta y Tarchitzky Manuel.