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Experto reveló aportes de la neurociencia a la educación

En el Colegio Universitario Central, el doctor Adolfo García realizó un recorrido por la biología de la experiencia emocional para su comprensión. Dijo que esta disciplina permite comprender varios aspectos de nuestros procesos como seres sociales prestando atención al cerebro humano. También dictó un taller interactivo para docentes del CUC.

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Cientos de profesores de educación secundaria se dieron cita en el CUC para escuchar la conferencia de Adolfo García.

Ante unas 250 personas, el especialista en Neurociencias del Lenguaje, Adolfo García, abordó la biología de la experiencia emocional para su comprensión, entre otros temas, como parte de un ciclo de perfeccionamiento docente que lleva adelante el Colegio Universitario Central (CUC).

Su charla –abierta y gratuita- se llamó “Emociones, cognición y cuerpo: una mirada neurocientífica» y estuvo dirigida a cientos de profesores de todas las disciplinas del curriculum de Educación Secundaria y estudiantes de profesorado. 

Luego dictó un taller interactivo para unos 50 docentes del Colegio Universitario e invitados especiales, que se denominó “Neurociencias y educación: hacia un diálogo entre el laboratorio y el aula”.

La cognición social

Segundo a segundo, la experiencia cotidiana encuentra a las personas inmersas en un estado emocional determinado. En las últimas décadas, las neurociencias han forjado una plataforma para investigar cómo el cerebro media las emociones en un intercambio constante de señales con el cuerpo y el entorno, atravesado por nuestra historia cultural y evolutiva.

"Nosotros consideramos y tenemos el compromiso de generar espacios donde se hable de estos temas, estamos convencidos de que el conocimiento científico no puede quedar recluido endogámicamente en el laboratorio. Hay que abrir avenidas de diálogo. En este sentido, estos son humildes intentos por contribuir a la apropiación social de la ciencia", dijo el especialista.

Las emociones y sus matices moldean minuto a minuto. Hace que los seres humanos actúen con grandeza o estupidez, con melancolía o fervor, con desparpajo o timidez. A lo largo de la historia, los estados emocionales han sido objeto de indagación en múltiples campos, como la filosofía, la religión, la antropología y la sociología.

Aquí, desde un enfoque neurocientífico, serán concebidas como procesos cerebrales que desencadenan respuestas en el cuerpo según la valencia afectiva de las situaciones, acciones, imágenes y palabras a la que cada uno se enfrenta.

Es en este sentido que García señaló que las neurociencias son un campo genuina y necesariamente interdisciplinario y que por ello trabajan en distintas áreas que atraviesan la neurolingüística, el bilingüismo y la cognición social. Y fue sobre este último punto sobre el cual es especialista ahondó en la conferencia.

"Durante mucho tiempo se concibió a la cognición como una PC en el cuerpo humano, era una cognición fría. Sin embargo, a partir de quiebres en la historia se comenzó a ver que podíamos entender varios aspectos interesantes de nuestros procesos como seres sociales, prestando atención al cerebro humano", aseguró García.

Específicamente, según detalló el experto, la cognición social implica estudiar las redes sociales que existen en el cerebro que se encargan de mediar nuestras redes intersubjetivas relacionadas con el reconocimiento de rostros, teoría de la mente, toma de decisiones morales, amor y apego, empatía y razón social.

Las emociones

García distinguió tres tipos de emociones, explicando que los elementos que componen una emoción son los cambios fisiológicos, conductuales y neurocognitivos.

"Una emoción se entiende a partir de su raíz etimológica, se entiende como aquello que se mueve hacia afuera. Y dentro de ellas encontramos las emociones primarias (universales, veloces, automáticas e inconscientes) como la ira la tristeza o el desagrado; las secundarias (deliberadas, reguladas y generadas internamente) como la envidia, el orgullo o el patriotismo; y los sentimientos que son más duraderos y tienen que ver con la introspección", enumeró García, quien es director Científico del Laboratorio de Psicología Experimental y Neurociencias, dependiente del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (Argentina).

Posteriormente, hizo referencia a los estados emocionales, a la forma en que influyen en el cuerpo, e hizo foco en el miedo que es la emoción mejor caracterizada en el ámbito neurológico. "Somos permeables a cambios emocionales inducidos por casi cualquier cosa. Por ejemplo, la mera percepción en el rostro de otro de una determinada emoción modela los músculos con los que haríamos esa emoción", aseguró. Otros puntos tratados abarcaron temas que fueron a una aproximación a sentimientos como la agresión, la ira y a actitudes como la discriminación.

Para finalizar el experto respondió a preguntas de los docentes que asistieron a la conferencia relacionadas con la educación y la neurociencia.

Más sobre Adolfo García

Es investigador del Conicet, profesor adjunto de Neurolingüística en la facultad de Educación Elemental y Especial de la UNCuyo; y miembro de la Red Temática TREC (Translation, Research, Empiricism, Cognition), con base en la Universidad Autónoma de Barcelona (España). Se desempeña, además, como editor asociado de las revistas especializadas Journal of World Languages y como par evaluador de numerosas revistas líderes sobre neurociencias, neurolingüística y lingüística general.

Realizó estancias de formación e investigación sobre neurolingüística en la Universidad de Nueva York y en la Universidad Rice (Estados Unidos) y se desempeña como docente de grado, posgrado y formación profesional en Argentina, Chile, Colombia, Estados Unidos, Alemania y China. 

Sus más de 90 publicaciones, que incluyen libros, capítulos de libro y artículos, versan principalmente sobre neurolingüística y bilingüismo. 

En 2013, recibió el Most Outstanding Paper Award de la Linguistic Association of Canada and the United States, y también una mención de la Sociedad Iberoamericana de Neuroeducación. En 2015, se adjudicó el Premio Investigador Joven de la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento.

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