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Fábricas recuperadas: Alternativas reales y productivas al sistema en crisis

Las fábricas y empresas recuperadas constituyen las esperanza de cientos de trabajadores al límite del desempleo.

El hambre, el desempleo y las consecuentes revueltas sociales, plantearon un escenario nacional crítico para el sector obrero. Como consecuencia de este panorama, surgieron nuevos medios de sustento, entre ellos micro emprendimientos y clubes de trueque diseminados por todo el territorio.

Fue así como surge la concepción de recuperar fábricas o empresas, como la solución tomada por los empleados de más de 150 establecimientos productivos en quiebra. En Mendoza se conocen hasta ahora tres espacios recuperados, de ellos la más reciente es la empresa de Litografía Sanz, que trabajaba desde 1940 hasta que en el 2003 se declaró en quiebra y cerró.

Esta empresa, así como Brukman, Zanon y Ghelco.SA -en el ámbito nacional - pasaron a manos de sus empleados, no sin primero esperar las resoluciones legales; En Buenos Aires, se legislaron de dos formas temporales, ocupación de locales y definitiva ocupación de las maquinarias en planta. En lo que respecta a la imprenta mendocina, su situación se resolvió en un dictamen que la cedió por tres años, otorgándole un año más de prórroga.

Por otra parte, la razón por la cual la mayoría de las empresas recuperadas está en manos de cooperativas, se debe al hecho de ser -desde el punto de vista jurídico- más ventajosa por la suspensión de acreedores, la cartera de clientes armada, y el personal ya capacitado; y, además, se goza de mayor aceptación gubernamental. En el caso Sanz, el diputado Ricardo Puga -perteneciente a Unir- fue el encargado de presentar el proyecto, que permitió el acceso de los trabajadores a la empresa.

La puesta en marcha de estas empresas se presenta como planes de lucha exitosos si consideramos quehasta ahora ninguna de las firmas expropiadas y reabiertas como cooperativas tuvo que cerrar, y más aún porque con ellas desaparece el costo empresarial y la plusvalía.

Actualmente existen en la Argentina 600 establecimientos que podrían ser expropiados y recuperados. Esta experiencia se hace extensiva a otros países como Brasil, donde hasta 2002, habían 200 establecimientos productivos recuperados. De esta manera, se amplía por Latinoamérica y en nuestro país la importancia de establecimientos recuperados por sus trabajadores, constituyéndose como una alternativa para la reactivación económica en mano obrera y así procurar un futuro laboral en un país de crisis.

Verónica Zabala

patriciavz@yahoo.es

Departamento de Sociedad y Movimientos Sociales

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