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Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. Se levantó la toma del decanato

En medio de una asamblea que desde un principio limitó innecesariamente la palabra de muchos estudiantes, una mayoría votó el jueves 3 de junio a favor de aceptar la propuesta efectuada por la rectora María V. Gomez de Erice, que implicaba el levantamiento inmediato de la toma.

07 de junio de 2004, 10:10.

La asamblea realizada el día jueves decidió por mayoría que la propuesta presentada por la rectora María V. Gomez de Erice ofrecía una solución al reclamo que contemplaba los casos de los alumnos que adeudan materias de nivel medio o polimodal, y de esta manera se aprobó el levantamiento de la toma, a pesar de cerca de 50 estudiantes que se manifestaron en contra y por lo tanto sostuvieron que la medida debía continuar.

Una vez más, la intolerancia se hizo presente desde el comienzo en una ridícula moción de orden presentada por la dirigencia de Franja Morada, la cual exigía que los oradores no se extendieran más de 2 minutos y manifestaba que sólo un integrante por agrupación podía tomar la palabra. Resulta difícil pensar con qué criterios se le prohíbe la palabra a un estudiante por el sólo hecho de pertenecer a una agrupación, como si ésto fuera un delito, o la condición de estudiante fuera menor por alinearse a una ideología determinada, una verdadera ridiculez.

Los discursos hicieron más que nada referencia a balances sobre los resultados de la toma, para algunos un éxito, para otros sólo un pequeño escalón en la lucha contra una problemática mucho más grande y compleja, y para varios simplemente sacarse un “problema ajeno” de encima.

Quedará para la reflexión la actitud individualista de muchos alumnos que en ningún momento dieron muestra ni siquiera de interesarse por los conflictos, y cuya única intención fue todo el tiempo levantar la toma sin importar en que situación quedaran los ingresantes afectados y aquellos a los que se les cancelaba la matrícula; y principalmente las maniobras que la agrupación GEI, entre otras, realizó para movilizar estos estudiantes.

Como alguien señaló oportunamente en la asamblea el hecho de asistir a una universidad pública implica pertenecer a una comunidad donde no sólo es necesario rendir las materias al día, sino también es fundamental participar e involucrarse para seguir garantizando que exista la educación pública y todos puedan tener acceso a ella.

Finalmente, también la mayoría levantó la mano a favor de continuar la lucha en el rectorado para seguir de cerca de esta Comisión arbitral que designará el rectorado. Quedará por ver si esta adhesión masiva significa que todos seguirán involucrados, o sólo es una muestra más de este sector del estudiantado de mantener cualquier lucha lo más lejos posible para que no afecte o atente contra sus “intereses personales”.

Pablo Bazán

perikako@hotmail.com

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