Fidel era hermano gemelo del filósofo Arturo Roig y hasta hace dos meses y medio se mantenía activo, concurriendo a diario al Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas (Iadiza), que él ayudó a formar hace varias décadas.

En la madrugada de ayer falleció el ingeniero agrónomo Fidel Antonio Roig, uno de los cinco hijos del notable pintor catalán Fidel Roig Matons. Sus restos serán enterrados a las 11, en el Parque de Descanso de Guaymallén.

Fidel era hermano gemelo del filósofo Arturo Roig y hasta hace dos meses y medio se mantenía activo, concurriendo a diario al Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas (Iadiza), que él ayudó a formar hace varias décadas.

También su gestión fue decisiva para la creación de la Reserva de Biosfera de Ñacuñán (Santa Rosa), un área natural de más de 12.000 hectáreas de bosque nativo.

Roig también integró la Unidad de Botánica y Fitosociología, del Iadiza-Conicet, y por años condujo la cátedra de Botánica de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo, institución de donde egresó y que condujo como decano normalizador en 1974.

Trabajó en forma regular y sistemática en torno de las plantas y su relación con el medio, uniendo las tareas de botánico y de fitosociólogo. Sus contribuciones a la ciencia botánica le valieron recibir el título de Doctor Honoris Causa en la Academia Nacional de Agronomía.

Uno de sus discípulos, el ingeniero José Arturo Ambrosetti (69) comentó que ayer dio su clase vespertina en el Instituto de Ciencias Básicas de la UNCuyo “pensando en el maestro que se había ido”.

Y agregó: “Todos le debemos mucho, nos enseño con generosidad. Siempre admiramos su dedicación a las plantas autóctonas, especialmente a las gramíneas de Mendoza y sería justo señalar que Roig fue un cabal científico del sistema estatal, que ganaba su sueldo a base de una dedicación y producción muy grandes”.