Desde el Instituto de Historia Americana y Argentina de la facultad de Filosofía y Letras recordaron con un homenaje póstumo a quien fuera su director y a la vez fundador de la Revista del mismo nombre, Edberto Oscar Acevedo, fallecido en 2015.
El académico se graduó en 1949 como profesor de Historia y Geografía. Más tarde realizó estudios en la Escuela de Estudios Hispanoamericanos y en la Universidad de La Rábida en España. En ese país, y como fruto de sus investigaciones en el Archivo General de Indias, accedió al título de doctor en Filosofía y Letras, especializado en Historia de América.
En la facultad de Filosofía y Letras de la UNCuyo, Acevedo fue profesor titular de las cátedras de Historia Americana I y II. Estuvo al frente del Instituto de Historia Americana y Argentina y de la Revista de Historia Americana y Argentina, al mismo tiempo que propició la creación del Centro de Investigaciones en Historia Americana Contemporánea (CIHAC).
Además fue investigador superior del Conicet y miembro de número de la Academia Nacional de la Historia. En 1992 recibió la distinción de Profesor Emérito de la UNCuyo por su destacada labor docente y su vasta tarea como investigador.
Encabezaron el homenaje el decano y el secretario Académico de Filosofía, Omar Cueto y Darío Sanfilippo, respectivamente, además de numerosos investigadores, docentes, familiares y amigos. Intervino en el reconocimiento la secretaría de Extensión Universitaria de esa Unidad Académica.
El acto
Comenzó con la proyección de un video con palabras del colega y amigo de Acevedo, Miguel Ángel De Marco, de la Academia Nacional de la Historia. Lo definió como un “colaborador sincero, leal en sus procederes, atento, casi siempre serio, con principios” e hizo mención al lazo entrañable que los unía y al respeto y afecto que le profesaban sus exalumnos y colegas, cuando en mayo de 2013 le entregó la medalla de oro por los 40 años como académico.
Luego, Alba María Acevedo –hija del homenajeado- realizó una semblanza de su padre y agradeció el homenaje. La profesora asociada a la cátedra de Historia Americana Colonial e Independiente e Historia de España señaló: “Nuestra familia fue una prolongación de su vocación de historiador, investigador serio y de educador. Amaba la Historia, creía que había una verdad histórica para alcanzar y transmitía todo con mucha pasión. Siempre pedía un poco más de esfuerzo. La vida para él era compromiso moral, seriedad profesional, tener objetivos claros y un afán de superación personal que debía iluminar la vida”.
En ese contexto, la profesora de Historia Americana Contemporánea, Beatriz Conte de Fornés, continuadora de la enseñanza de Acevedo en las aulas, aseguró: “Aprendimos siempre de él. Los exámenes eran largos y complejos. Sus clases eran brillantes porque combinaba sus dotes docentes y sus capacidades de historiador para hacer atrapantes y profundos los procesos históricos. Fui un privilegio formarme a su lado”.
Por último, la actual directora del Instituto Historia Americana y Argentina, Noemí del Carmen Bistué evocó el paso de Acevedo por esa dependencia. Rescató “el apego y la rigurosidad en el manejo de las fuentes, la disciplina y perseverancia en el trabajo, la constancia y empeño” del académico. Asimismo agradeció a la esposa de Acevedo “cuyo apoyo y comprensión fueron fundamentales”.
Al final se inauguró una muestra bibliográfica con algunas de sus publicaciones, que alcanzan casi tres centenares de títulos.