El Salón de Usos Múltiples de la sede Campus de la facultad de Educación fue el escenario donde se desarrolló la propuesta ¿Cómo lidiar con nuestras emociones dentro de los espacios educativos y comunitarios?: Herramientas de la Psicología Espiritual Comunitaria.
Muchas veces las personas se sienten desbordadas por distintas emociones. Experimentan miedo, enojo, tristeza y no son conscientes de cuánto se suma por contagio de otras personas, de diferentes espacios. Incluso no saben cómo expresarlo. ¿Qué reacción o sensación nos causan determinadas cosas que nos pasan en nuestro quehacer profesional? es una pregunta que suele hacerse la gente.
Para responder a ese interrogante, y con la idea de compartir experiencias en relación a la integración de la Espiritualidad (que no implica necesariamente la religiosidad) en la tarea y en los procesos comunitarios, trabajando la funcionalidad de la propia emotividad, se concretó esta actividad destinada a profesores y estudiantes de las carreras de Educación.
Durante la apertura del encuentro la secretaria de Extensión de la facultad de Educación, Verónica Martínez, destacó la cantidad y variedad de disciplinas que se dieron cita en el taller. “Este punto es importante porque cada uno analizará el tema emocional desde el rol que le toca, ya sea desde la docencia o desde otras disciplinas”, dijo.
Por su parte la profesora de la Tecnicatura Universitaria en Educación Social de la Facultad, María Alejandra del Campo, explicó el origen la propuesta. “Gracias al Quinto Encuentro de Psicología Comunitaria empezamos a tejer redes con otra cátedra de la UBA, y gracias a ello hoy puede estar aquí el señor Huberman como invitado trayendo este espacio de reflexión para facilitar herramientas de la psicología espiritual”, sostuvo.
Precisamente fue el docente en Psicología Comunitaria de la UBA, Fernando Daniel Huberman, quien enfatizó la importancia de cómo manejamos hacia adentro las emociones, “no sólo en terrenos comunitarios y educativos, sino también en la vida cotidiana”, indicó el profesional, al trabajar con los participantes en la integración de la espiritualidad en su quehacer comunitario y educativo, a través de un juego grupal para entrar en clima durante el taller.
“Uno tiende a entender que la espiritualidad está allá lejos, que es inalcanzable. En realidad es mucho más cotidiana, hay muchas cosas que uno puede hacer en su vida para estar más alineado”, consideró Huberman.
En la jornada, además, se hizo un trabajo introspectivo meditativo, en donde cada participante exploró el aspecto menos desarrollado como facilitador-coordinador, por ejemplo la impaciencia o intolerancia, con el objetivo de poder tener mejores herramientas para la tarea comunitaria y educativa.
Antes del cierre de la actividad, se compartieron reflexiones y conclusiones.
Impulsó la capacitación la cátedra de Psicología Comunitaria e Institucional de la Tecnicatura Universitaria en Educación Social de la Unidad Académica junto a María Alejandra del Campo y María Julia Sabez.