Simplemente magistral e imponente. Así es como podemos definir el Concierto de fin de año que ofrecieron la Orquesta Sinfónica de la UNCuyo junto al Coro Universitario de Mendoza, el Coro Municipal de Mendoza, la soprano Jimena Semiz y el tenor Carlos Víttori.
Con gran despliegue lumínico y enmarcados en la plaza Independencia, uno de los escenarios privilegiados de la provincia, el concierto fue ideado para ser disfrutado por un público ávido de conocimientos musicales y no tanto, ya que el repertorio seleccionado mostró arias de compositores conocidos, las que fueron ampliamente aceptados por los presentes.
IMPECABLE Y DESLUMBRANTE. Lo cierto es que el cierre de la Sinfónica no podía ser de otra manera sino brillante. En escena se pudo apreciar un impecable profesionalismo de sus artistas que, acompañados por los integrantes de los grupos corales y los solistas, deslumbraron a los presentes con un repertorio más que elocuente para la ocasión.
Emoción, fuerza, vigor, profesionalismo, sincronización y mucha destreza musical fueron algunos de los aspectos que sobresalieron en el escenario. Capítulo aparte fue la labor realizada por los solistas, Semiz y Víttori, quienes se ganaron la ovación de los espectadores en cada una de sus apariciones.
Claro está que la mayor responsabilidad corrió por cuenta de David Handel, director de la Sinfónica, quien comandó a los artistas con soltura y destreza sin igual. El director se lució como en cada una de sus apariciones pero, sin dudas, la del viernes fue la más emotiva, pues con ese concierto dijo adiós para siempre, su gestión terminó y brilló.
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22 de noviembre de 2024