El Salón de Usos Múltiples de la sede del Campus de la Facultad se colmó de la emoción de diferentes autoridades, personal de la Unidad Académica, colegas y familiares que se acercaron a acompañar a la flamante Profesora Honoraria, Graciela Molinaris. Previo al momento de entrega del diploma, el músico y compositor mendocino Javier Casetti deleitó a los presentes con unas piezas interpretadas con el saxo.
Durante la ceremonia, la decana Ana Sisti destacó numerosas cualidades de la homenajeada. "Conocí el compromiso con su trabajo, visibilizado ampliamente tanto en el centro de día del que es parte, como en el proyecto Kiosco DAMSU, lo que es la verdadera inclusión y de qué se trata trabajar desde un paradigma de derechos para las personas con discapacidad", aseguró. Además, le agradeció por su cortesía y amabilidad como autoridad de la facultad y directora de carrera; por la pasión por estar siempre actualizada; y por la responsabilidad y dedicación con la que asume sus tareas.
"Te agasajamos por haber sido y ser una profesora ejemplar que durante tantos años formó, y sigue formando, desde la coherencia y la excelencia a nuestros egresados, y a todos quienes tuvimos el privilegio de trabajar a tu lado", expresó la directora de carreras de la facultad, colega y amiga personal de Molinaris, Leticia Vázquez.
Luego, narró parte de la historia compartida juntas e hizo hincapié en el nacimiento de la Pedagogía Terapéutica dentro de la Institución. "Todos, quienes de una u otra forma estuvimos a tu lado, tuvimos el enorme privilegio de que nos sumergieras en esta apasionante historia, que se convirtió en una marca a fuego de nuestra identidad. Emprendiste esta gran cruzada: la de instalar la Pedagogía Terapéutica en nuestro medio, convencida que su práctica es la más valiosa para construir y brindar servicios de calidad a las personas con discapacidad intelectual", relató.
Conmovida y emocionada, Graciela Molinaris agradeció los elogios y la presencia "He transitado con mucha pasión y satisfacción esta Casa de Estudios. Hice docencia e investigación porque siempre he tenido equipo que me ha acompañado. Además, tuve muy buenas maestras como María Victoria Gómez de Erice, Myrtha Chockler, Mónica Castilla, Alejandra de la Rosa, entre otras", afirmó.
Molinaris recibió la distinción por sus méritos académicos y sus contribuciones a la Educación Especial y a la atención de Personas con Discapacidad. En este marco, dedicó el título a "sus chicos, jóvenes y adultos", quienes le dieron la oportunidad de ejercer su profesión y brindar el servicio de la pedagogía terapéutica. "Yo sigo aprendiendo de cada uno y realmente el trabajo con ellos es lo que le ha dado el contenido y el sentido a mi vida", señaló.