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Greenpeace criticó el plan gubernamental contra la crisis energética

La organización ambientalista criticó duramente a Kirchner por no tener en cuenta las fuentes de energías renovables y anunciar la finalización de obras riesgosas para el medio.

31 de mayo de 2004, 10:20.

Mientras en todo el país se discuten medidas coyunturales, como los cambios en el uso horario de algunas provincias, las propuestas a largo plazo para solucionar la crisis energética no son discutidas ni tenidas en cuenta por el gobierno. En un documento público dado a conocer recientemente la organización ambientalista Greenpeace tomó posición frente al plan gubernamental. Consideró un grave error no tener en cuenta la energía eólica, también advirtió sobre los riesgos de la finalización de obras como la central atómica Atucha II y la elevación de la cota de de la cota de la megarepresa de Yaciretá.

Juan Carlos Villalonga, director de Campañas de Greenpeace, fue muy claro al opinar sobre el plan del gobierno: "Se trata de un plan absolutamente basado en fuentes convencionales, que incrementa los impactos y riesgos de la actividad energética y no aprovecha los recursos de energía limpia disponibles en la Argentina".

El gobierno, curiosamente, no ha escuchado la opinión de las organizaciones ambientalistas. Pese a que Greenpeace realizó propuestas viables para solucionar la crisis. La organización ambientalista considera que en el mediano plazo, los próximos tres años, el sector eléctrico argentino debe tener un plan de expansión de redes de transmisión y un plan de incorporación de generación eléctrica que debería incluir, al menos, la incorporación de 300 MW de potencia provista por generadores eólicos. Tanto en la Provincia de Buenos Aires, como la utilización intensiva de la nueva línea patagónica deben ser prioridades en materia de aprovechamiento eólico. Por ello, Greenpeace presentó recientemente un plan de acción para alcanzar en el año 2013 unos 3.000 MW de potencia instalada en energía eólica. Esta propuesta fue acompañada por la CADGE, Cámara empresaria del sector eólico, que dio a conocer un plan de corto plazo para comenzar la fabricación nacional de generadores.

Según un reciente informe publicado por Greenpeace, cada peso gastado en Atucha II hubiera representado el doble en generación eléctrica si se lo hubiera invertido en energía eólica. Aún contabilizando lo que falta gastar en Atucha II, ese dinero alcanzaría para financiar un plan de despegue de una industria eólica local que tendría un enorme futuro, generaría inversiones y empleos en un nivel superior a lo que genera la energía nuclear.

Greenpeace propone que los 480 millones de dólares que costaría terminar la central nuclear sean dirigidos a impulsar un plan para el desarrollo de la industria eólica local.

La energía eólica es la fuente energética de más rápido crecimiento a escala global, con incrementos anuales por encima del 30%. El desarrollo industrial de la energía eólica se constituyó en una actividad altamente generadora de empleos y que cuenta cada vez con mayores apoyos gubernamentales.

"El caso de Brasil es una muestra elocuente del desarrollo posible de la energía eólica a corto plazo", explicó Villalonga. Brasil está poniendo en marcha en estos días su plan denominado Proinfa que consiste en desarrollar 3.300 MW de potencia en fuentes renovables en dos años. De ese total, 1.100 MW serán de potencia eólica que estarán disponibles antes de finalizar el 2006. "Brasil, con menos recurso eólico que la Argentina está poniendo en marcha un plan que se diseño luego de su crisis energética del año 2001, ese es el tipo de respuestas que las tecnologías modernas permiten pensar", agregó el dirigente ambientalista.

Gustavo Obregón
obregongustavo@yahoo.com.ar

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