Se trata de una iniciativa de la Facultad de Ciencias Agrarias junto al programa Cluster del Gobierno de Mendoza y elaboradores de aceite virgen de la Provincia. El panel de cata de aceites de oliva permitirá certificar internacionalmente la calidad de esos productos, posibilitará a los productores el ingreso a nuevos mercados y volverá más competitivos a estos aceites.
Se invirtieron 855 mil pesos en la construcción y puesta en funcionamiento del laboratorio de análisis sensorial de aceites de oliva y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo fue el lugar elegido para instalar el laboratorio que no sólo certificará la calidad sino también clasificará los aceites en distintas categorías y difundirá sus atributos.
José Rodríguez, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias, agradeció al personal de la casa de estudios, autoridades universitarias, al gobierno de la Provincia. Esta continuidad nos da un marco de seriedad institucional importante, este proyecto nació en otros gobiernos de la Universidad, y del Gobierno también y ahora se les da continuidad y se concreta. El INTA fue también una de las instituciones mencionadas en los agradecimientos por el apoyo en las capacitaciones necesarias.
“El laboratorio está equipado con tecnología de última generación y tiene una calidad que le permitiría funcionar en cualquier lugar del mundo”, concluyó el decano Rodríguez.
La responsable del proyecto, Mónica Bauzá, de la Facultad de Ciencias Agrarias indicó las características del panel de cata que se habilitó. Es un organismo privado que se conforma por un grupo de personas que analizan sensorialmente los productos a condición de que se respeten algunas cualidades. Deben evaluar el cumplimiento de las normativas nacionales e internacionales. Conocer el perfil sensorial de los aceites, asesorar a empresas, controlar la calidad, difundir sus atributos y cualidades y contribuir a la investigación. Hoy integran el panel de cata alrededor de 22 personas que son los responsables de determinar el perfil sensorial de los aceites.
El subsecretario de Promoción Industrial Tecnología y Servicios del Gobierno de Mendoza, Javier Espina, reflexionó sobre lo valioso de estar en un lugar en el que “se da el modelo del libro que indica que la Universidad tiene que trabajar en conjunto con la sociedad civil, los empresarios y el gobierno. Es muy importante esto que ustedes están haciendo”, destacó. Este es un gran ejemplo y como éste, la sociedad de Mendoza tiene muchos, hay mucha gente que ha trabajado, han puesto sus conocimientos en función de un proyecto. La sociedad de Mendoza necesita muchos de estos proyectos y existen pero lamentablemente, por razones que no comprendo, no se conocen, concluyó el funcionario.
Por su parte el subsecretario de Hacienda, Pablo Frigolé dijo “entendemos que la mejora en la calidad tiene que ver con la competitividad”. También destacó la importancia de trabajar en conjunto en estas iniciativas que impactan en mejoras en los sectores productivos para seguir creciendo.
El rector Arturo Somoza fue el encargado de cerrar el acto de inauguración y explicó una de las dimensiones de este proyecto, que es que Argentina pueda competir en el mercado mundial del aceite de oliva y expresó como preocupación la necesidad de lograr una integración regional. “Creo que hay que pensar seriamente en el tema de la integración olivícola regional porque es el modo de competir. Pienso que Mendoza tiene un rol muy importante en esto. Hay empresarios dispuestos a poner una parte, el Estado que está dispuesto a acompañar y la academia que es el mayor hacedor de recursos humanos”, destacó el ingeniero agrónomo.
Un laboratorio de primera calidad
La infraestructura del laboratorio, que cuenta con 250 metros cuadrados cubiertos, está adecuada para realizar capacitaciones y cursos. Además, es el lugar en el que se ubicarán los integrantes del panel, que son los responsables de certificar la calidad de los productos.
Lo integran 2 oficinas con biblioteca, una sala de degustación común, además de una sala de degustación con 15 boxes individuales con la iluminación adecuada que exigen las normas para realizar un adecuado análisis sensorial de los productos. Tiene, además, una zona de preparación de muestras, una sala de conferencias para capacitaciones y otros propósitos y sanitarios.