“Notocolossus gonzalezparejasi” es el nombre de la nueva criatura que se estima vivió hace 86 millones de años, midió entre 25 y 28 metros de largo y pesó entre 40 y 60 toneladas. Esta especie, que se encuentra entre los dinosaurios más grandes conocidos por la ciencia, proporciona una información “clave” sobre la anatomía de la extremidad trasera de los titanosaurios gigantes, considerados generalmente como los animales terrestres más gigantes del planeta. El dinosaurio fue descrito a partir de huesos fósiles pertenecientes a la espalda, cola, pata delantera y pelvis, sumando además, un pie posterior completo.
Los huesos fósiles de Notocolossus se hallaron en el sur de Mendoza, en una zona de Malargüe, entre rocas de fines del Período Cretácico. Además de González Riga, director del proyecto de investigación, participaron del descubrimiento el paleontólogo norteamericano Matt Lamanna, del Museo Carnegie de Historia Natural de Pittsburgh, Estados Unidos, y otros tres científcos argentinos: Leonardo Ortiz David y Juan Coria, del CONICET-IANIGLA y el Laboratorio de Dinosaurios de la UNCUYO y Jorge Calvo, del Centro Paleontológico Lago Barreales de la Universidad Nacional del Comahue, en Neuquén.
“Los titanosaurios gigantes fueron las criaturas terrestres más pesadas que existieron. Las extremidades traseras de estos dinosaurios, fundamentales para conocer su tipo de locomoción y modo de soportar el peso, no eran completamente conocidas. Ahora tenemos nuevas evidencias que ayudan a resolver parte de este misterio”, expresó el González Riga.
Los titanosaurios son saurópodos, es decir enormes herbívoros con largo cuello y cola. Representan lo que mucha gente piensa cuando oye la palabra “dinosaurio”. Comprenden más de 60 especies y vivían en todos los continentes. Su peso variaba entre el de una vaca hasta el de una ballena jorobada. Los titanosaurios fueron los herbívoros más abundantes de Gondwana (continentes del Hemisferio Sur) durante el Período Cretácico, el tercer y último período de la Era Mesozoica, o “era de los dinosaurios”.
A pesar de su extraordinaria riqueza de especies y la diversidad en el tamaño del cuerpo, no se conocen bien muchos aspectos de su anatomía, evolución, comportamiento y ecología. Esto se debe principalmente al hecho de que la mayoría de estos animales se conocen a partir de esqueletos incompletos, una situación que, con sólo unas pocas excepciones, es particularmente pronunciada en los titanosaurios gigantes. “La mayoría de los grandes titanosaurios son conocidos mediante unos pocos huesos, lo que limita el conocimiento que pueden generan los paleontólogos”, sostuvo el paleontólogo Lamanna.
Notocolossus no es una excepción en este sentido. Sin embargo, la evidencia sugiere que es uno de los animales más pesados descubiertos en la tierra. Aunque el carácter incompleto de su esqueleto impide realizar estimaciones precisas de su tamaño, su húmero (hueso del brazo), tiene 1,76 metros de longitud, siendo más largo que el de cualquier otro titanosaurios conocido, incluyendo los gigantes Dreadnoughtus, Futalognkosaurus y Paralititan. El tamaño descomunal de la criatura y la localización argentina inspiraron el nombre de este género, Notocolossus, que se traduce como “gigante del sur”. La especie se refiere a Jorge González Parejas, un abogado en Mendoza que ha hecho contribuciones significativas para la protección del patrimonio paleontológico.
El gran tamaño alcanzado por los saurópodos gigantes ha generado un gran interés para la biología. Notocolossus es el primer titanosaurio gigante que preserva uno de sus pies en forma completa. Curiosamente, sus pies muestran características anatómicas diferentes a la de otras especies, tales como metatarsos y falanges excepcionalmente cortas y robustas. Por otra parte, sus pies presentan un reducido número de falanges, menor que la de otros saurópodos.
¿Por qué estas enormes criaturas –aparentemente– encogieron sus pies? Por ahora esto es un enigma, pero está en contraste con la tendencia evolutiva observada en otro grupo de animales terrestres colosales, los elefantes y sus parientes cercanos. Ellos, en lugar de disminuir su número de huesos en los dedos del pie, los aumentaron a lo largo de su evolución. En suma, las patas traseras de elefantes y saurópodos muestran estrategias evolutivas diferentes para sostener sus cuerpos. “Ahora que tenemos todo el pie de un titanosaurio gigante, podemos aprender más acerca de cómo estos dinosaurios fueron capaces de soportar más peso que cualquier otro animal terrestre en la historia de la vida”, señaló el paleontólogo de la UNCUYO, Bernardo González Riga. “Argentina era verdaderamente la tierra de los gigantes durante el Cretácico y Notocolossus nos da nuevas evidencias de cómo estos gigantes alcanzaron tamaños colosales”, finalizó”.