Investigadores de la UNCuyo afirman que esos desechos pueden ser absorbidos en recipientes con bentonita.
SAN RAFAEL– Ingenieros químicos de la Universidad Nacional de Cuyo proponen recolectar las pilas usadas y que los metales tóxicos de éstas sean absorbidos en contenedores con bentonita como paso previo a una futuro reciclaje.
Uno de los procedimientos que más éxito han demostrado en las investigaciones desarrolladas consiste en el uso de arcillas naturales del tipo bentonita para lograr retener los metales tóxicos que contienen las pilas, evitando así que los mismos entren en contacto con el medio ambiente. El proyecto elaborado en la UNCuyo consiste en que las pilas usadas y arrojadas con otros residuos no contaminen el suelo liberando sus componentes tóxicos a través de las napas freáticas y dañando el aire.
“Tal vez más adelante haya una tecnología de reciclado, y para eso las pilas y baterías tienen que estar clasificadas y guardadas por separado”, aconsejó ayer Silvina Martínez, codirectora del programa de investigación de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria, que dirige Rogelio Di Santo.
El proyecto se inició en la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria en el marco de los Proyectos Bianuales 2007-2009, aprobado por la Secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado de la UNCuyo.
Allí, los investigadores comprobaron que los metales de las pilas “como cromo, manganeso, mercurio, zinc, cadmio, níquel y cobre son atraídos por la bentonita”, lo que les permitió afirmar que “ese mineral es óptimo para diseñar contenedores que almacenen pilas usadas”.
Llevado a la práctica, el plan consistiría en recolectar las pilas y hacer una mezcla en contacto directo de pilas y de la bentonita que se encuentre confinada para evitar fugas de los metales absorbidos en la bentonita. Como complemento de este tratamiento químico se investigan las barreras físicas que se utilizan actualmente (bloques de hormigón), y se diseñan y prueban nuevas posibilidades para las mismas, comparando su comportamiento ante diferentes medios agresivos con el fin de lograr un diseño adecuado que garantice el sellado integral de los residuos.
Un llamado a las autoridades
“Tenemos interés en que todo esto no quede solo en la etapa de investigación, sino que el Gobierno local o provincial lo ponga en práctica”, dijo Martínez, quien aseguró que “no se trata de una metodología costosa, sino que requiere de organización y voluntad para ponerla en práctica”.
Como consejo, la investigadora propuso “usar pilas recargables, que tienen una utilidad equivalente a unas mil pilas comunes que las hacen más económicas y prácticas, y tratar de usar aparatos sin pilas”.
Una sola pila alcalina puede llegar a contaminar varios miles de litros de agua, más de los que consume una persona en toda su vida. Mientras que actualmente sólo se aplican técnicas para el reciclado de las pilas de plata, continúan las investigaciones para que los futuros tratamientos de estos residuos tóxicos sean económicos, viables y prevean el reciclado posterior de los objetos contaminantes.
Poco costo
El descubrimiento de los ingenieros de la UNCuyo no es una metodología costosa.
Sus mentores afirman que llevarla a la práctica requiere organización y voluntad.
Hay interés en que el Gobierno de la provincia tome la iniciativa.
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20 de noviembre de 2024