"Ser de la UNCUYO es para siempre" dicen con orgullo quienes integran la comunidad de la mayor universidad del oeste argentino; comunidad que acaba de incorporar como miembro académico a un pensador fundamental de los dilemas de los últimos tiempos, el filósofo español Daniel Innerarity.
La Universidad Nacional de Cuyo lo reconoció con el título de Doctor Honoris Causa por su extensa trayectoria y sus múltiples aportes a las Ciencias Sociales e Humanidades, el Arte y la Cultura, así como también sus investigaciones en torno al gobierno de las sociedades contemporáneas, la elaboración de una teoría de la democracia compleja y la inteligencia artificial.
Los antecedentes científicos y académicos del ensayista nacido en Bilbao, así como los reconocimientos y premios que ha recibido de instituciones académicas de gran prestigio, dan cuenta de su valioso contribución "a la superación de las divisiones en la ciencia, promoviendo una nueva cosmovisión política que supere el paradigma reduccionista", expresa la resolución 740 (ver considerandos).
Por unanimidad, el Consejo Superior de la UNCUYO aprobó la distinción solicitada por la Facultad de Filosofía y Letras junto con el Centro de Estudios Internacionales y de Integración (CERIDI) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales —que dirige el vicerrector Gabriel Fidel—, y el Centro de Estudios y Desarrollo de Políticas Públicas (INTEGRAR).
Innerarity recibió de manos del propio Fidel el diploma honorífico. Los acompañaron en la mesa académica, el decano de Filosofía, Gustavo Zonana, y el director de INTEGRAR, Alberto Molina, quienes hicieron entrega de la medalla y copia de la resolución, además de obsequios institucionales.
Participaron del acto, el ministro de Educación de Mendoza, Tadeo García Salazar, junto con su jefa de Gabinete, Daniela García; el ex gobernador José Octavio “Pilo” Bordón; el diputado nacional Fabio Quetglas, autoridades del Rectorado y las facultades, y demás integrantes de la comunidad académica.
Los fundamentos del Honoris
“Daniel Innerarity ha dedicado su carrera a explorar las complejidades de la sociedad moderna. Su obra se caracteriza por una profunda reflexión sobre la política, la ética y la filosofía social, abordando temas como la democracia, la organización social del conocimiento y la gobernanza en un mundo global e interdependiente”, dijo el secretario Académico del Rectorado, Julio Aguirre, en la reseña del intelectual homenajeado, a quien calificó como ”una voz indispensable en el debate público actual”.
“Su apuesta —continuó Aguirre— es a salvar la democracia con más democracia a partir de favorecer una participación más descentralizada y colaborativa que permita adoptar formas más flexibles de representación, que nos ayuden a gestionar el conocimiento de modo tal de lograr enfrentar la complejidad de nuestro mundo”.
“La Universidad Nacional de Cuyo reconoce en Daniel Innerarity a un pensador fundamental para nuestro tiempo, comprometido con la búsqueda de soluciones a los problemas más acuciantes de nuestra época. Su trabajo no solo enriquece el campo de la filosofía política, sino que también inspira a nuevas generaciones de académicos y a ciudadanos de todo el mundo a participar activamente en la construcción de sociedades más justas y democráticas”, concluyó el Secretario.
La máxima distinción universitaria
"Este es un pin de la Universidad, para que nos lleves siempre en tu pecho", le dijo Gabriel Fidel a Daniel Innerarity al entregarle la distinción. “Yo también fui uno de los que durante la pandemia absorbía todos sus pensamientos, todas sus miradas sobre lo que estaba pasando en las democracias en el mundo, con los estados, con la ciudadanía”, reconoció más adelante.
“Este doctor honoris causa es un gran merecimiento que a partir de ahora nos liga en un trabajo mancomunado. Tenemos una enorme alegría y una profunda esperanza de todo lo que vamos a poder hacer de aquí en más entre la UNCUYO y los vascos”, remarcó Fidel.
“Un doctorado honoris causa es un oxímoron, una redundancia, pues calificar a alguien como docto en esta sociedad llena de enigmas y desconocimiento, donde hay tanta distancia entre lo que sabemos y lo que deberíamos saber para superar los problemas y las crisis que nos perturban, es un calificativo exagerado. Nadie sabe especialmente. Llamar docto a alguien es siempre exagerado”, expresó, a su turno, Daniel Innerarity.
“En mi caso, además, —añadió el filósofo— es gratuito porque no he trabajado, no he hecho el doctorado en esta Universidad, con lo cual me hace estar muy especialmente agradecido y conmovido, en una ciudad que siempre había soñado con venir, porque uno de mis objetivos en la vida era subir a la Aconcagua, cosa que espero hacer el año que viene. Muchas gracias, sinceramente”.
A continuación, Innerarity ofreció una conferencia magistral en la que reflexionó sobre la Democracia y el paradigma de la complejidad.