En reconocimiento a su trayectoria y contribución a esta Universidad en el campo de su especialidad, el Consejo Superior de la UNCUYO galardonó -en una ceremonia presencial y virtual, simultáneamente- a Russel J. Reiter con el título de Doctor Honoris Causa, con mención especial al mérito académico-científico.
La ceremonia se realizó en el cilindro central del CICUNC, y en ese escenario el biólogo norteamericano pionero en la difusión de la ciencia a nivel mundial recibió de manos de la rectora, Esther Sánchez, el diploma y la resolución correspondiente. Por su parte, el decano de la Facultad de Ciencias Médicas, Roberto Miatello le entregó la medalla, y la secretaria de Investigación, Internacionales y Posgrado, Teresa Damiani le obsequió el libro “Guanacache” de Roig Matóns, pintor del desierto. El acto se transmitió vía streaming, por el canal Señal U Académico.
La actividad arrancó con la interpretación de las estrofas de los himnos Nacional Argentino, de Estados Unidos y de la UNCUYO, y luego se conformó la mesa académica con la máxima autoridad universitaria, los responsables de la Unidad Académica y de esta Secretaría del Rectorado, y el homenajeado Russel J. Reiter.
En su discurso, y tras mencionar que este galardón es el más alto reconocimiento que la Universidad puede otorgar a un individuo por sus excepcionales contribuciones a la academia y a la sociedad, la Rectora destacó la figura de Reiter como un científico de renombre internacional cuya investigación innovadora sobre la glándula pineal y la producción de melatonina tuvo un impacto significativo en la comprensión de la fisiología y la salud humana.
Asimismo, la funcionaria subrayó que el doctor en Anatomía publicó más de 800 artículos de investigación, capítulos de libros y revisiones, lo que lo convierte en uno de los académicos más prolíficos e influyentes en el campo. “También guió a innumerables estudiantes y jóvenes investigadores, inspirándolos a seguir carreras en ciencias y contribuyendo al crecimiento del campo”, añadió.
Para cerrar, Sánchez felicitó al profesional por este merecido honor y le agradeció por sus valiosas contribuciones a la comunidad científica. Y agregó: “Hoy tenemos el gran honor y la alegría de que integre nuestra comunidad de la institución, y debemos decirle a Reiter que Ser de la UNCUYO es para siempre”.
Por su parte, y luego de reseñar las razones que motivaron la iniciativa de la distinción, el docente e investigador de la UNCUYO y del CONICET, Walter Manucha, y con quien Reiter trabaja desde hace varios años, sostuvo que tal reconocimiento responde en pocas palabras a lo que el diploma que se le entregó destaca: "Por cuanto ha contribuido como uno de los científicos más influyentes del mundo en la comprensión de la melatonina y sus aspectos básicos, traslacionales y clínicos, así también como en el campo de la biología animal y vegetal”.
A su turno, el decano Miatello describió la entrega del Honoris como una de las ceremonias más relevantes de la vida universitaria e hizo un breve recorrido acerca de cómo se gestó este galardón para exaltar la obra del biólogo norteamericano.
Acto seguido, el flamante Doctor Honoris Causa expresó su gratitud y honra por tal reconocimiento. “Es un honor para mí recibir esta distinción de la UNCUYO. Estoy complacido de formar parte de su comunidad y espero poder seguir compartiendo y colaborando por muchos años más. Les estoy profundamente agradecido”, señaló el académico.
Luego, el distinguido ofreció la conferencia magistral “Melatonina: su universo en expansión”.
Quienes deseen ver el acto completo pueden ingresar al siguiente enlace.
Breve presentación
El profesional obtuvo el grado de Licenciado en Biología en la St. John's University en 1959, en 1961 una Maestría en Anatomía y en 1964 alcanza un Doctorado en Anatomía (especialidad Endocrinología) en la Bowman Gray School of Medicine.
La carrera científica de Reiter, que abarca más de 50 años, estuvo centrada en sus inicios en la glándula pineal y, posteriormente, en las múltiples acciones de la melatonina. En tal sentido realizó numerosas contribuciones al campo de la invesigación de la glándula pineal, incluyendo el descubimiento del papel de la glándula en la regulación del ritmo circadiano y la función del sistema inmunológico.
Las colaboraciones con el académico a través del Laboratorio de Farmacología Traslacional de la Facultad de Ciencias Médicas e IMBECU-CONICET y el Departamento de Sistemas Celulares y Anatomía, UT Health San Antonio Long School of Medicine, se orientaron a los efectos protectores cardiovasculares de melatonina y vitamina D.
En la actualidad se produjeron, como resultado colaborativo entre ambas instituciones, trabajos científicos publicados en revistas de alto impacto internacional.
Asimismo, participó como conferencista central en una reunión científica presidida por Walter Manucha, docente e investigador de la Universidad y del CONICET, con el objetivo de capacitar sobre temas de interés común a ambas instituciones y además sobre nuevas terapéuticas para SARS-CoV-2.
Hay que señalar también su clara y fructífera vinculación con la Universidad Nacional de Cuyo, habiendo colaborado especialmente con grupos científicos de la Facultad de Ciencias Médicas de la institución educativa.
Su trabajo tiene un impacto profundo en la comprensión de la salud y el bienestar humano, y su legado continuará moldeando el campo de la investigación de la glándula pineal en los próximos años.