Con el claro objetivo de acercar soluciones a las personas que normalmente no realizan controles preventivos de su salud y llegan a los hospitales cuando ya están enfermos, el Hospital Universitario sale a la calle. Así ya se pusieron en marcha dos proyectos en los que sus especialistas se acercan a la gente del Centro de Desarrollo Infantil y Familiar Nº 11, de Guaymallén, donde los niños y sus madres reciben controles sanitarios y ayuda para resolver situaciones diversas. Ahora es el turno de una población de alrededor de 50 familias de muy bajos recursos que habita en el asentamiento Santo Tomás de El Borbollón que vive y subsiste de la manipulación de basura.

El propósito del proyecto que lidera la Coordinadora de Unidad de Admisión y Guardia de Hospital Universitario, Daniela Zambelli, se propone ofrecer a estas familias herramientas que les permitan evitar contraer enfermedades transmisibles a través de alimentos y agua en mal estado, contaminantes o a través de heridas cortopunzantes. La idea es ofrecer educación a estas personas sobre la prevención y contagio de patologías evitables. Se les proporcionará un esquema de vacunas completo, especialmente la Antitetánica y Antihepatitis B. También se les transmitirán pautas de alerta ante situaciones de riesgo relacionadas con diarreas estivales, intoxicación por alimentos y accidentes corto punzantes. Se logrará a través de talleres en el Salón de Usos Múltiples del Centro Integrador Comunitario en el Borbollón.

En el asentamiento Santo Tomás las viviendas están fabricadas con caña y barro o de elementos muy precarios extraídos de la basura, no cuentan con agua potable, reciben agua del Municipio, quien llena tanques y desde allí trasladan el agua a sus domicilios con mangueras. Su ingreso económico principal lo obtienen de la manipulación de los residuos que son depositados en el basural de Las Heras. Gran cantidad de personas viven de la clasificación, ordenamiento y venta de lo que recogen entre los residuos y es frecuente que extraigan de allí alimentos para su propio consumo.

Otro de los propósitos del proyecto es relevar datos indirectos importantes como el número de niños del lugar, el estado de sus vacunas, sus controles de salud, si poseen o no DNI,  para contribuir a completar esquemas de vacunación o documentación necesaria.

Actividades previstas

Una de las tareas que se propone la iniciativa es la realización de un censo de la población que habita en ese asentamiento. Es un trabajo de relevamiento de información que se realizará ahí mismo con personal del Hospital y estudiantes de diferentes carreras de la UNCuyo como Trabajo Social y Medicina. Esto facilitará que las familias conozcan a los profesionales y quieran asistir a los talleres.

 Los talleres educativos se centrarán en temas como agua potable, higiene, manipulación de alimentos, vectores de enfermedades y se dictarán el Salón de Usos Múltiples del Centro Integrador Comunitario en el Borbollón.

Se ofrecerá a las familias que completen sus esquemas de vacunas con acceso inmediato en el lugar. Además se los instará a exponer sus necesidades en lo referente a salud para continuar con intervenciones que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los habitantes del lugar.