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Hoy dibujé mi nombre en letras

El viernes 21 se realizó en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo, el acto de colación de la primera promoción del Plan Nacional de Alfabetización.

25 de octubre de 2005, 01:13.

Por Natalia Frías

Agencia Taller – Departamento de Sociedad

noudlle@hotmail.com

“Voy a leer un cuento viejo,

Que escondí por mucho tiempo,

imaginé por los dibujos

era de hadas, era de brujos”… (‘Encuentros’ – León Gieco)

“Espero que al recibir esta carta te encuentres bien, igualmente nosotros estamos bien. Te cuento, yo ya aprendí a leer y a escribir para poder enseñarte cuando vos me preguntes algo de la escuela. Ahora sí puedo explicarte muchas cosas y todo lo que me quieras preguntar. Bueno hijo, quiero contarte que cuando termine las clases este año me entregan el diploma así estarás orgulloso de tu mamá. Sin otra cosa para contarte, me despido con un beso y abrazo de tu mamá”, escribió Ramona Agüero la carta que forma parte del último ejercicio del cursado. Ramona es una de las personas que asistió al programa en el departamento de Lavalle. Junto a ella, otras ochenta personas se hicieron presentes para recibir su Diploma del Programa de Alfabetización y Educación Básica de Jóvenes y Adultos, del  Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación.

El acto que se efectúo en horas de la tarde no solo reunió a los interesados, participaron también sus familias, vecinos y amigos. Como nunca la facultad llenó sus pasillos de niños, jóvenes y adultos, con todo lo que ello implica. No faltaron las risas, gritos, aplausos y lágrimas durante las casi tres horas del acto de colación. 

También asistieron las autoridades, quienes conformaron la mesa académica: Paula Eisenchlass (Subsecretaria de Desarrollo Social del Gobierno de la Provincia), Mónica Penelo (representando al Ministerio de Educación de la Nación y Coordinadora de Organizaciones Sociales del Plan Nacional de Alfabetización), Ernesto Mancinelli (Barrios de Pie), Juan Carlos Aguiló (Decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales), Luis Garro (Presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados de la Provincia de Mendoza) y Patricia Vasquez (representando al voluntariado social universitario y  búsqueda de alfabetizadores en la  universidad). Todos coincidieron en la  utilización de las nunca escuchadas palabras: “la verdad que este es un acto y un momento muy emocionante”, “felicitarlos por el esfuerzo, la dedicación, la constancia que han tenido para alfabetizarse”, “es hermoso ver a las compañeras/os que aprenden a leer las palabras y que sigan a leer el mundo”. Otras sonaron más cercanas a una verdad: “La tarea del gobierno muchas veces es insuficiente, porque todo lo que se puede hacer es poco y siempre falta. En este sentido, a veces no nos ponemos de acuerdo de cuál es la mejor forma de articular el trabajo entre los movimientos sociales, el Estado y los gobiernos, de modo de poder llegar a la gente” admitió la Subsecretaria Eisenchlass. A su testimonio agregó algo que  no es novedad: “explícitamente reconozco: las organizaciones sociales, los movimientos sociales y la sociedad organizada muchas veces debe cumplir roles, que son parte de la obligación y el compromiso del Estado y de los gobiernos. Entonces me parece sumamente importante cuando una organización, cuando gente sin cargos, sin ser funcionarios y sin sueldos hacen una tarea social  que, en realidad como educación pública, le compete al estado”.

El rol de los voluntarios fue clave y el compromiso de ellos es fundamental. La mayoría son alfabetizadoras, y un gran número de los estudiantes que asistieron a los centros  son mujeres. “La pata fundamental del plan era hacer relevamiento casa por casa. Lo más difícil fue lograr que la gente rompiera con la naturalización del analfabetismo, que dejaran de creer que estaba bien que esto fuera así y entendieran que ellos fueron excluidos del sistema formal. Porque no es casualidad que existan 40.000 analfabetos en Mendoza y 800.000 en Argentina”, dijo firmemente Laura Chezarreta, Coordinadora del Área de Godoy Cruz. “El obstáculo que tuvimos que romper es lograr que ellos mismos se dieran cuenta que podían hacer el cambio, que tenían esta oportunidad y debían aprovecharla”. Sumó la anécdota donde  “en el mismo relevamiento te encontrabas con gente que te dabas cuenta que no sabía leer ni escribir, pero tenían vergüenza, miedo a la burla... Lamentablemente hoy tenemos estos anti valores, como la discriminación y la exclusión, tan difíciles de erradicar. Y lo peor es que la gente se autoexcluye”.

Aún quedan muchos centros por abrir. Todavía hay muchos que se encuentran a la mitad de camino y tienen que seguir. Esta primera camada representó a los departamentos de Guaymallén, Las Heras, Godoy Cruz, Lavalle, Capital y Maipú, quienes iniciaron su tarea en los meses de marzo - abril de este año. El Plan cuenta con alrededor de 100 centros de alfabetización en la provincia.

Hoy en la argentina hay entre 2600 y 2800 centros de alfabetización, de los cuales 2000 recaen en organizaciones sociales. En la provincia de Buenos Aires se ha logrado que docentes y adultos vayan a los centros de alfabetización a hacer la terminalidad de la escuela primaria. Es la primera provincia y se espera que Mendoza le siga. No se trata de una disputa con la escuela pública, por el contrario, se la está defendiendo. Porque quizás fue lo único que quedó en los barrios cuando el estado se borró. “Sabemos que hay muchos adultos, varones y mujeres, que les cuesta acceder a la educación. Este es un primer paso, que los docentes vayan a los centros de alfabetización y que después,  cuando estos adultos se suelten no haya quien los pare” agregó convencida Mónica Penelo.

Así lo demuestra el testimonio de Ana Fernández, quien dialogó con Agencia Taller. “Lo que yo siempre soñé fue aprender a leer y a escribir porque nunca tuve la posibilidad cuando fui niña. Soy de zona rural y no tenía cómo llegar a la escuela”. Ana ingresó en el mes de abril en un centro de Lavalle,  hoy es la abanderada. Llegó al programa “por una amiga que me dijo que estaban inscribiendo para adultos. Me arrimé y me decidí. Tuve el  apoyo de mi marido y mis hijos. Ellos me dijeron: “hágalo, mamá. Nosotras la ayudamos”. Ante la pregunta de cuál es el primer cambio que ella notó, la respuesta fue “mucho ha cambiado, no leo de corrido pero leo. Ya no tengo que preguntarle a mis hijos ‘qué dice acá’ o las notas que me traen de la escuela... ya sé leerlas. También sacar cuentas, no sabía nada y ahora sí, con lápiz y con calculadora. Gracias a dios, estoy re contenta”.

Rosa Zuñiga es otra de las emocionadísimas alumnas, pero de Godoy Cruz. “Ahora podés leer los papeles que te dan y no firmar mal. Poder leer es lo mejor. Mis ocho hijos quieren que siga estudiando y voy a seguir”. Ella, junto a otras compañeras, se turnaron para mantener el centro de alfabetización. Un día en la casa de una, al siguiente en la de la otra. Así durante casi siete meses.

Ahora las prácticas cotidianas tienen otro sentido, como lo confiesa Lucia Lucero. “No les podía dejar un papel a mis hijos diciéndoles ‘ya vuelvo, voy a comprar’ porque no sabía cómo y se reían. Ahora, cuando vean el diploma van a saber que era cierto que iba a aprender, porque ellos piensan que uno va a tomar mate nada más (risas)... Esto entusiasma, porque no sabía escribir ni en cursiva ni en imprenta”.

A lo largo de la jornada se entregaron certificados (diplomas), Jorge Cuello (del grupo Alturas) interpretó un tema que fue acompañado por palmas. Hubo una mención especial para los integrantes del movimiento de sordos de Mendoza. Es bueno resaltar que hicieron una capacitación especial para poder alfabetizar a más de 30  hipoacúsicos (sordos). Se encargaron de adaptar el programa para poder enseñar.

Cada alumno, además, recibió un porta diploma a manera de obsequio, pero éste no fue el único. Finalizando el acto, previo brindis con gaseosa, Sebastián González develó la incógnita de muchos. “La Dirección General de Escuelas de la provincia se ha comprometido a que cada uno de ustedes pueda ir a cualquier CEBA e inscribirse para empezar la primaria con ese diploma que tienen en la mano. También han asumido otro compromiso y es que para el presupuesto del 2006, en los lugares donde se están alfabetizando se puedan abrir Centros de Terminalidad Primaria con docentes. Estos son compromisos públicos”.

El último de los anuncios coronó la jornada: “Todos las áreas de la organización hicieron un aporte monetario para pagarle a toda la camada, 80 egresados, un mini viaje a Villavicencio”. Y explotó la alegría.

Existen muchas maneras de agradecer el haber estado ahí, y reconocer el espíritu de voluntad es una de las mejores para empezar. Porque “la voluntad es algo que no todo el mundo tiene... No hace falta ser rico, no hace falta ser educado, ni hace falta ser universitario, ni hace falta tener un exitoso trabajo, no hace falta ser varón o ser mujer.

La voluntad es algo que nace de uno. No solo estudiamos para saber leer y escribir. Estudiamos fundamentalmente para el cambio social. Tenemos que saber que a partir de esto podemos cambiar la realidad que estamos viviendo. Y qué mejor que saber leer y escribir para empezar a cambiarla de una vez por todas” dijo claramente Sebastián González.

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