Cerca de 500 personas, entre ellas abogados, jueces, funcionarios judiciales y personas relacionadas con el mundo de Derecho, empezaron a cursar la Diplomatura Código Civil y Comercial, que impulsa la facultad de Derecho.
Con ella quedó inaugurada en el ámbito de la UNCuyo la diplomatura como parte de la oferta de posgrado, a partir de un esfuerzo institucional que combina la excelencia, la pertinencia y la flexibilidad que exige este nivel de formación.
Tras aprobarse a fines del 2014 el nuevo Código Civil y Comercial (Ley 26.994), la Facultad consideró necesario que los “operadores” del Derecho se actualicen en esta legislación que entrará en vigencia el 1 de agosto próximo, y que será el pilar jurídico fundamental para la convivencia de los argentinos.
“Transitamos un momento inédito para la vida jurídica e institucional de la Nación y del sistema de Justicia, que exige a la Universidad Pública realizar su mayor esfuerzo para estar a la altura de las circunstancias” expresó el Rector desde la mesa académica que se conformó para inaugurar el Diplomado. Lo acompañaban la secretaria Académica del Rectorado, Adriana García, y el decano, el vicedecano y la secretaria de Posgrado de Derecho, Ismael Farrando, Fernando Pérez Lasala y Silvia Salzman, respectivamente.
Dirigiéndose a los profesionales, el Rector les señaló que deben aplicar e interpretar un Código que ha sido –y citó a Aída Kemelmajer de Carlucci- ‘construido sobre lo construido’ y que desde su visión “continuará construyéndose durante toda su vigencia”.
Sostuvo además que el desafío de su aplicación reside en la posibilidad “construir mayor justicia y más derechos, en contribuir a que todos vivamos en una sociedad mejor”. Y en este sentido, recalcó el compromiso de la Universidad para difundir el contenido de esa obra y la enseñanza de sus autores, muchos de ellos profesores de la Casa de Estudios.
Por último, y en el camino de apertura constante hacia la comunidad, el ingeniero agrónomo aseveró que la UNCuyo trabaja en creación de un Observatorio que permita hacer un seguimiento de la aplicación del Nuevo Código Civil, para mirar su impacto de un modo integral e interdisciplinario.
La Diplomatura se extenderá hasta noviembre y la cursan actualmente no sólo profesionales del Derecho sino también un gran número de estudiantes avanzados, en condición de oyentes. Se dicta los viernes en la Nave Universitaria, en el Parque Central.
La propuesta académica –estructurada en diez módulos- cuenta con un cuerpo de docentes integrado por especialistas universitarios y por los redactores de Código Civil y Comercial. Además participarán Ricardo Luis Lorenzetti, Aída Kemelmajer de Carlucci y Elena Higton de Nolasco, quienes estuvieron al frente de la reforma del Código.
El decano Ismael Farrando celebró que el Diplomado -ubicado dentro de la esfera de la oferta de posgrado- cumplimenta los ejes principales del Plan Estratégico que la Universidad trazó hasta el 2021: contribuir al desarrollo integral de la sociedad, dar respuesta a las demandas de educación superior, e incorporar la innovación tecnología para poder concretar ese desafío. En esa línea agradeció la dedicación y trabajo de su equipo de gestión y de la secretaría de Ciencia, Técnica y Posgrado del Rectorado.
“Para ser abogados probos vamos a tener que volver a estudiar, porque tenemos un Código nuevo” indicó el vicedecano de la facultad Derecho. En sintonía, el Decano anunció que la Facultad intentará dictar -en paralelo- una segunda cohorte a partir de setiembre.
La clase inaugural. La abogada de la UBA y especialista en Derecho de Familia, Marisa Herrera, centró su exposición en los Principios y paradigmas del Nuevo Código Civil y Comercial y la Constitucionalización del Nuevo Código.
Herrera afirmó que la mirada puesta en su elaboración se asienta en la modesta pretensión de “construir un puente entre el Derecho que fue y el que indudablemente construirán las generaciones futuras”. Asimismo expresó que nueva legislación invita a “una mirada de los derechos humanos, en términos de pluralidad, igualdad e inclusión, que no siempre ha sido compartida por todos”.
La abogada expuso algunos detalles para entender la lógica detrás del nuevo Código. En ese sentido explicó que su legitimidad y legalidad se funda en 21 audiencias públicas - ocurridas en 15 ciudades diferentes -en las que se debatió plenamente la normativa; así como en las más de 1150 ponencias, presentadas en gran parte sobre temas que atañen al Derecho de Familia, a la Discapacidad y a Salud Mental.
Como especialista en el Derecho de Familia indicó que la nueva legislación significa un reconocimiento a las distintas formas de organización social y familiar. “A realidades más complejas tiene que haber un Código Civil más flexible y más amplio que las contenga”, sentenció.