Hoy no todos están en condiciones de formar parte del mundo capitalista. Según Touraine la idea de sociedad ha sido reemplazada por la de mercado, dividiendo a la sociedad en tres clases sociales: los que responden al mercado, los consumidores y los excluidos. Estos últimos, están expuestos a la marginación. Forman parte de este universo los niños.
Se los denomina niños de la calle. La definición más comúnmente usada proviene de UNICEF y distingue dos grupos: los niños en la calle, aquellos que pasan la mayor parte del tiempo en la calle, pero que tienen algún tipo de soporte familiar y generalmente vuelven a sus casas a la noche. Y los Niños de la calle, aquellos que pasan el día y la noche en la calle y están funcionalmente sin soporte familiar.
Las definiciones fueron desarrolladas teniendo en cuenta a América Latina, ya que se considera que alrededor del 80 por ciento de estos chicos tienen algún contacto con sus familias.
Los niños de la calle serían entonces aquellos niños que no tienen hogar o trabajan en las calles de las ciudades. Para los sociólogos Augusto De Venanzi y Gisela Hobaica "un niño de la calle es un niño trabajador que vela por sí mismo y es responsable por su propia vida."
Los chicos huyen de sus casas generalmente por razones económicas, por episodios de violencia familiar, a veces sexual, no sólo hacia él sino también hacia sus hermanos. Los niños escapan y toman las calles con otros chicos con quienes forman grupos cerrados. Desde que abandonan sus hogares, los niños constituyen un grupo social distinto y particular.
Por lo general se organizan en lo que Touraine denominaría guetos, es decir, comunidades de etnias o de vecindario, pero sobre bases de género. Es común que los varones se reúnan entre sí y formen grupos que dominan ciertos espacios de la ciudad. Las niñas poseen sus propios grupos.
Por la necesidad de sobrevivir, la cantidad de menores que mendigan por las calles aumentó considerablemente. En nuestro país, según la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil del Ministerio de Trabajo, se calcula que alrededor de 1.500.000 chicos trabajan todos los días. Estos niños generalmente son los que sustentan sus hogares, entregan parte de sus ganancias a sus familias.
Las tareas laborales que realizan los menores son variadas: mendicidad, recolección de cartones, lava autos, limpiavidrios, ventas de productos (diarios, pastelitos, pan, flores). Los lugares donde frecuentemente se los ve son los supermercados y en las calles céntricas.
Según UNICEF, en su publicación Chicos en problemas, "el trabajo infantil roba al niño un tiempo irremplazable para la educación sistemática en la escuela. Y está ampliamente confirmado que la falta de una educación básica imposibilita el acceso incluso a los puestos más bajos del mercado laboral".
De los 90 millones de niños de la calle, unos 40 millones viven en América Latina y el resto vive en África, Asia y un número mucho menor en los países avanzados.
La mayoría de los chicos de la calle no van a la escuela. Son niños que desertan del sistema educativo sin que haya un seguimiento oficial para protegerlos. La mayoría apenas puede expresarse.
En América Latina y los Estados Unidos, entre el 20 y el 25 por ciento de los niños de la calle son niñas; muchas de ellas se ven obligadas a practicar la prostitución. Si bien algunas practican la prostitución por cuenta propia en su mayoría son forzadas a hacerlo.
En distintos países de Latinoamérica se está llevando a cabo una campaña que se llama ¡No Me Llame Niño de la Calle! Esta campaña pretende sensibilizar a la opinión pública y presentar a los niños en un nuevo contexto – simplemente como "niños" con el potencial de convertirse en valiosos miembros de la sociedad.
En lugar de ahondar en el significado del término "niño de la calle", la Campaña ¡No Me Llame Niño de la Calle! espera promover iniciativas que garanticen las necesidades básicas y el desarrollo de aptitudes de estos niños en circunstancias difíciles, con el fin de modificar las nociones preconcebidas..
Cristina E. Mancin
mancincristina@yahoo.com.ar
Departamento de Sociedad y Movimientos Sociales
Fuentes:
Campaña ¡No Me Llame Niño de la Calle!; Augusto De Venanzi y Gisela Hobaica "Niños de la calle. ¿Una Clase Social?" en Trabajo y Sociedad Nº 6, vol. V; Info Niñez Nº 14; Touraine, Alain "Critica de la modernidad". Fondo de la cultura. Bs. As.; Diarios: la nación.com; clarín.com.; diario de cuyo.com