Por efecto recesivo, los precios subirían 10 puntos porcentuales menos que el año pasado. Aunque no será el índice que despierte más preocupación, generará conflictos sociales. Previsiones que manejan economistas de la UNCuyo y de la Fundación Mediterránea.
De acuerdo a estimaciones del Centro de Investigaciones Económicas de la UNCuyo (Universidad Nacional de Cuyo), el 2009 tendrá una inflación en torno al 15-16%. “Es mucho más alta que en otros países”, algunos incluso tendrán deflación este año, aclara Alejandro Trapé, a cargo del estudio.
En Ieral, instituto de Fundación Mediterránea, Gustavo Reyes sostiene que “la inflación de este año va a depender de que haga el Banco Central, y lo que ocurra en el ámbito internacional. La calculamos en torno al 13 ó 14 por ciento anual”.
En cambio el año pasado el aumento de precios alcanzó el 24,1 por ciento según relevamientos en supermercados que hace mensualmente el grupo de investigación de la UNCuyo.
Reyes compara ese 25% del 2008, en el que coinciden la mayoría de los analistas privados, con meter la mano en un balde de agua caliente y luego en una de agua fría, de modo que “en promedio” el agua estaba tibia. Porque en realidad la inflación anualizada en los primeros meses del 2008 llegó al 30 por ciento y desde los últimos meses del año aminoró el ritmo de crecimiento. “No es que los precios hayan bajado”, aclara el economista.
Esta desaceleración del aumento de precios ahora le permitiría al Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) comunicar un índice bajo, sin necesidad de maquillar tanto las estadísticas. Pero lo sigue haciendo igual: Ayer informó que el IPC de febrero ascendió 0,4 por ciento, cuando estudios paralelos coinciden que los precios aumentaron en torno al 1,5 por ciento en el último mes.
Aún cuando este año la inflación no será la preocupación central, porque llamarán mucho más la atención los índices de desempleo y del crecimiento (o decrecimiento) económico, lo cierto es que podría generar conflictos sociales que el año pasado se evitaron.
Los analistas advierten que la recuperación de salarios este año será más difícil para las empresas que han perdido rentabilidad en los últimos meses; en tanto que la presión para un asenso de los sueldos no va a dar tregua.