Por su excepcional trayectoria y sus méritos académicos y científicos, el Consejo Superior de la UNCUYO galardonó, en un acto bimodal, a Juan Ernesto Méndez con el título de Doctor Honoris Causa, con mención especial al mérito académico-científico.
El reconocimiento se basa en su compromiso a lo largo de toda su vida con la defensa de los Derechos Humanos y su campo de práctica actual en el Derecho Internacional, con experiencia en Justicia Transicional, Prevención del Genocidio y Atrocidades Masivas, Derechos de las Personas Privadas de Libertad y el Derecho a la Integridad Personal.
La ceremonia se realizó en el Aula Magna de la Facultad de Derecho, y en ese escenario el abogado reconocido por su labor en favor de los presos políticos recibió de manera simbólica del vicerrector de la UNCUYO, Jorge Barón y del decano anfitrión Fernando Pérez Lasala, el diploma, la medalla y la resolución correspondiente. El acto se transmitió vía streaming, por el canal Señal U Académico.
El acto comenzó con la interpretación de las estrofas de los himnos Nacional Argentino y de la Universidad, y luego se conformó la mesa académica con el vicerrector de la Casa de Estudios, el responsable de esta Unidad Académica y el abogado y profesor de la Facultad de Derecho de la UNCUYO, Andrés Rousset Siri.
En su discurso, el ingeniero Jorge Barón sostuvo que este reconocimiento no es una distinción común, “es una distinción muy poco común para aquellas personas que han dedicado su vida a una temática que realmente ayuda a mejorar a la humanidad en su conjunto".
Por su parte, y luego de hacer un recorrido por la extensa trayectoria de Méndez en la defensa de los Derechos Humanos, el decano Pérez Lasala resaltó: "No somos para nada originales, ni los primeros en otorgarle un reconocimiento de esta importancia, pero creemos que hubiese sido imperdonable no estar incluidos entre los que han sabido apreciar la virtud, el mérito y las acciones de servicio de este hombre honorable".
A su turno, y después de reseñar las razones que motivaron la iniciativa de la distinción, Rousset Siri destacó que el académcio conoce desde sus entrañas el tremendo flagelo de la tortura. “Su obra, su trabajo, su entrega lo han convertido en un emblema, en un referente a quien tenemos que emular", enfatizó en ese sentido, y agregó: "Esta distinción, la más valiosa que tiene esta universidad pública, es lo menos que podemos hacer por una persona como él".
Acto seguido, el flamante Doctor Honoris Causa de la UNCUYO expresó su gratitud y honra por tal reconocimiento. “Además de ser un alto honor recibir este galardón, es muy significativo para mí que provenga de una de las grandes universidades públicas del país de uno, como me gusta decir. Es especialmente grato recibir este reconocimiento”, señaló el académico argentino.
“A lo largo de esta trayectoria, he aprendido mucho especialmente de abogados mendocinos de mi generación, a quienes quiero recordar con mucha emoción hoy. Y de generaciones posteriores, aprendí de abogados y abogadas más jóvenes, con quienes nos encontramos en estrados de órganos internacionales de protección”, añadió Méndez.
A continuación, el letrado ofreció una clase magistral denominada "La lucha contra la tortura en el derecho internacional".
Quienes deseen ver el acto completo pueden ingresar al siguiente enlace.
Sobre Juan Méndez
En 1970 obtuvo el título de abogado en la Universidad Católica Stella Maris en Mar del Plata. Durante el inicio de su trayectoria profesional se dedicó a defender a presos políticos. En consecuencia fue arrestado por la dictadura militar argentina, sometido a tortura y fue detenido por un periodo de 18 meses. Debido a esta situación, Amnistía Internacional lo adoptó como un "preso de conciencia". En 1977 fue expulsado de su país, por lo que se trasladó a Estados Unidos.
Durante su estadía en ese país trabajó para la iglesia católica de Aurora, Illinois protegiendo los derechos de los trabajadores migrantes. En 1978 se incorporó al Comité de Abogados para los Derechos Civiles bajo la ley de Washington D.C., y en 1982 inició el programa para América de Human Rights Watch (HRW). Durante más de 15 años colaboró para HRW llegando a ser el consejero general en 1994.
Fue profesor visitante en la Academia de Derechos Humanos y Leyes Humanitarias de la Facultad de Derecho (Washington College of Law) de la Universidad Americana. De 1996 a 1999 fue director ejecutivo del Instituto Interamericano de Derechos Humanos de Costa Rica. De 1999 a 2004 fue profesor de Derecho y director del Centro de Derecho Humanos y Civiles en la Universidad de Notre Dame. De forma paralela, en 2001 comenzó a trabajar en el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ), una organización no gubernamental internacional de derechos humanos, llegando a ser su presidente de 2004 a 2009, y desde entonces presidente emérito. Por otra parte, fue asesor especial sobre genocidio en la ONU, y desde el 6 de octubre de 2010 es relator especial sobre la tortura.
Dio clases de derecho internacional de los derechos humanos en el Centro de Leyes de la Universidad de Georgetown, en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins, y en el Programa de Maestrías en la Ley Internacional de Derechos Humanos en la Universidad de Oxford de Gran Bretaña.
Entre los diversos premios y distinciones que recibió se destacan: Medalla Goler T. Butcher otorgada por la American Society of International Law; Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Quebec en Montreal; Premio Monsignor Oscar A. Romero por su liderazgo en al servicio de los derechos humanos por la Universidad de Dayton de Ohio; Premio Jeanne y Joseph Sullivan otorgado por la Alianza Heartland; Doctorado Honoris Causa de la la Universidad Nacional de La Plata de Argentina en junio de 2013; y el Premio de Derechos Humanos Letelier-Moffitt otorgado por el Institute for Policy Studies en 2014.