A 80 años de la creación de la UNCUYO, el Centro de Jubilados y Pensionados realizó un acto para homenajear a la institución por la que transitaron como estudiantes, docentes o personal de apoyo académico.
“El objetivo principal de CEJUPEN es unir a los jubilados, todos estamos muy agradecidos a los que nos dio la Universidad, por eso nos parecía que teníamos que estar presente”, manifestó la presidenta Irma Conforti.
Además subrayó el valor de la historia de la Casa de Estudios. "Llevamos el nombre del primer rector Edmundo Correas, porque tenemos los mejores recuerdos de la Universidad” expresó Conforti.
Como es tradicional la celebración comenzó con el himno nacional y de la UNCUYO. Los entonaron integrantes del taller de Cantoterapia, actividad que el CEJUPEN promueve para cumplir con el lema de tener “un espacio para seguir activos”.
En ese contexto, Alberto y Rubén Caparatta -responsables del taller- fueron homenajeados por sus alumnas por enseñarles que “la canción actúa como una fuerza mágica para generar a nivel grupal confianza compañerismo y empatía”.
Luego, Margarita Bravo y Lidia Cutini ofrecieron una reseña de la UNCUYO, donde recordaron sus hitos y el nacimiento del CEJUPEN hace 44 años. En el recorrido destacaron a los primeros jubilados de la Universidad que se propusieron crear un lugar que los reuniera, los contuviera en esa nueva etapa. “El jubilado no se jubila de la vida, está orgulloso con su contacto y vigencia con la Universidad Nacional de Cuyo y afirma que hoy más que nunca ser de la UNCUYO es para siempre” expresaron.
Para agradecer ese vínculo, representantes de CEJUPEN entregaron obsequios a las actuales autoridades de la UNCUYO.
También hubo un momento para disfrutar la poesía de la mano de Ibis Lusetti de Cepparo, quien integró el Elenco de Teatro universitario por más de tres décadas y recibió varias distinciones a su trayectoria.
Con el mismo espíritu festivo actuó el Coro de Cámara de la UNCUYO, con la participación de Fernando Ballesteros. El Maestro recordó que en los orígenes de la Universidad la música tuvo un lugar destacado, siendo el Conservatorio de Música y Artes Escénicos una de las tres facultades con la que inició la Casa de Estudios. “El arte nace en los fundamentos de esta Universidad y nosotros somos los responsables de conservarlos, de crecerlos y de difundirlo” manifestó.
El cierre estuvo a cargo del grupo de danzas folclóricas “Canto rodado”, que dirige Irma Conforti. Los bailarines interpretaron el cuadro musical “El Fortín”, como homenaje a las mujeres que lucharon junto a los hombres en las guerras de la Independencia