Equipos de trabajo de dos Institutos UNCUYO-CONICET junto a la Fábrica Experimental de Ciencias Agrarias, en colaboración con el Ministerio de Salud de Mendoza, se han propuesto desarrollar un alimento funcional que incorpore distintos subproductos de la matriz productiva provincial, es decir, productos residuales de la industria del tomate, del vino, del ajo y del aceite de oliva.
“Nos proponemos elaborar extractos ricos en compuestos bioactivos con propiedades antitumorales, a partir de subproductos de la industria del ajo, tomate, uva y oliva por medio de disolventes eutécticos profundos naturales (NADES) que sean aptos para consumo y corroborar in vitro sus efectos sobre el cáncer de mama y de próstata”, explica la nutricionista y doctora en Farmacia, Constanza López Fontana, directora del proyecto.
La finalidad de la investigación es sumar un nuevo producto de fácil accesibilidad, alta eficacia y bajo costo a estrategias sanitarias de prevención del cáncer de mama (CaM) y de próstata (CaP).
Es un trabajo que resulta fundamental para la salud pública ya que hoy en día el cáncer es una de las principales causas de morbimortalidad en el mundo. Los tumores malignos de mayor incidencia y mortalidad, considerando ambos sexos, son los de pulmón, mama, próstata, colon-recto y estómago. Se diagnostican 19.3 millones de nuevos casos cada año y mueren casi 10 millones de personas a nivel mundial, es decir, casi un 13% de todas las muertes. En Mendoza, se diagnostican casi 5 mil nuevos casos por año. Son enfermedades de evolución relativamente lenta, con un amplio período de latencia, lo que permite aplicar estrategias de prevención, evitando factores de riesgo e implementando hábitos alimentarios saludables.
Los alimentos funcionales proporcionan nutrientes básicos, como proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales.
Cómo se elabora este alimento funcional
El camino para obtener el novedoso producto comienza en el Laboratorio de Química Analítica Verde (IBAM) que realiza la extracción de los compuestos bioactivos de los subproductos regionales mediante solventes naturales (NADES) y los caracteriza.
Una vez finalizada esta etapa, el Laboratorio de Hormonas y Biología del Cáncer (IMBECU) es el encargado de ejecutar los experimentos in vitro para evaluar los efectos biológicos de los extractos en líneas celulares de tumorales y no tumorales de próstata y mama.
En simultáneo, en la Fábrica Experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias, en colaboración con el Departamento de Higiene de los Alimentos del Ministerio de Salud, se desarrollará el alimento funcional a base de triturado de tomate que contenga los extractos con efecto antitumoral en su matriz. Se destinará una partida para el ensayo y se llevarán adelante los análisis físicos, químicos y sensoriales necesarios para evaluar la aceptación por parte del consumidor y la estabilidad del producto final obtenido. Ese Departamento también se ocupará de gestionar la reglamentación del alimento a través de su incorporación en el Código Alimentario Argentino, etapa primordial para que la industria pueda comercializarlos y/o aplicarlo para suplementar otros productos.
El alcance del proyecto
Este desarrollo impacta, primero, en la industria agroalimentaria que podrá reutilizar y revalorizar subproductos de la elaboración del vino, del aceite de oliva, de la industrialización del tomate y del ajo para favorecer la salud y reducir el impacto ambiental; además de interactuar con investigadores de amplia trayectoria en la obtención de extractos naturales, una metodología que cuida el medio ambiente y experiencia en probar la capacidad antitumoral de estos extractos. "Este conocimiento le otorga un valor agregado a los subproductos del sector, a partir de identificar estos beneficios y cualificar sus productos para mejorar su posicionamiento en el mercado provincial, nacional e internacional", asegura la investigadora López Fontana.
La agricultura es bastión fundamental de la economía regional de todos los departamentos de la provincia.
También beneficiará a estudiantes de grado y de posgrado de la Facultad de Ciencias Agrarias, y de otras carreras vinculadas con la industria del vino, del aceite de oliva, del tomate y del ajo, que recibirán charlas y realizarán prácticas en las instituciones que forman parte del proyecto.
Finalmente, repercutirá en la salud de la población y, por ende, se acompañará con políticas públicas desde el Ministerio de Salud. En este sentido, se proyecta dejar capacidades instaladas a partir de la capacitación del personal de salud y de la comunidad educativa, en torno a la incorporación de hábitos alimentarios saludables, incluido el nuevo alimento funcional, para poder replicar estas acciones anualmente. A su vez, se diseñará una campaña de promoción de hábitos alimentarios saludables incluyendo las frutas y hortalizas de la matriz productiva provincial que contengan compuestos bioactivos con propiedades antitumorales y el alimento funcional como estrategia sanitaria de prevención del cáncer de próstata y de mama.
Otros detalles de la investigación
“El proyecto está recién empezando. Es prometedor, pero aún falta mucho por recorrer”, asegura López Fontana, quien además se especializa en Enfermedades Crónicas. En su desarrollo participan y colaboran la Subsecretaría de Planificación y Coberturas Públicas Sanitarias, con la Dirección de Prevención y Promoción de la Salud y el Departamento de Higiene de los Alimentos; el Instituto de Medicina y Biología Experimental de Cuyo (IMBECU) y Instituto de Biología Agrícola de Mendoza (IBAM) —organismos de doble dependencia CONICET, UNCUYO—; y la Fábrica Experimental de la Facultad de Ciencias Agrarias.
Los residuos de la industria de la vid, el olivo, el ajo y el tomate contienen compuestos bioactivos con actividad antitumoral, antiinflamatoria y antioxidante.
Para su puesta en marcha obtuvieron financiamiento del proyecto federal interministerial de investigación transferencia y fortalecimiento para la salud en territorio 2023, otorgado por el Consejo Federal de Ciencia, Tecnología e Innovación (Cofecyt) del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Mincyt).
Su antecedente fue otra investigación acerca de extractos de yerba mate con propiedades antitumorales para la prevención de cáncer de próstata, la cual se encuentra en etapas avanzadas ya que se están realizando pruebas de palatabilidad.